Las cosas no van del todo bien en Netflix. Tras una década espléndida, la plataforma de streaming se ha visto sacudida con un desplome de sus acciones en bolsa —no es la única, ni de lejos— y, lo que es más importante, un preocupante descenso del número de suscriptores.
Para combatir ese segundo problema en Netflix anunciaron varias medidas. Entre ellas destacó la llegada de una suscripción más barata con publicidad, pero aún más llamativa era el estreno de un plan para luchar contra las cuentas compartidas y su abuso. Ese plan, que ya está en marcha de forma preliminar, no está funcionando como se esperaba.
Una estrategia confusa y que no cuaja
Las medidas para combatir contra ese abuso de cuentas compartidas se activaron en marzo en Perú, Chile y Costa Rica. La idea: pedir a sus clientes que pagaran una cantidad extra si compartían sus cuentas con usuarios que no vivían en su mismo domicilio.
En Rest of World indicaban como el despliegue de esas pruebas preliminares se decidió hacer en esos países para minimizar posibles efectos negativos y quejas de sus clientes en otros mercados más importantes para la empresa.
Según esa estrategia, en países como Perú los suscriptores pueden añadir hasta a dos usuarios adicionales con los que no viven. Tienen que pagar 8 soles (2 euros) al mes por cada uno de esos usuarios ‘extra’.
En una consulta con más de una docena de suscriptores peruanos quedó claro que el despliegue está siendo errático. Muchos de ellos ni siquiera habían recibido una comunicación unificada dos meses después de que las medidas se hayan activado, y de hecho las condiciones no parecen ser tampoco universales.
Para algunos ese incremento de precio ha hecho que se den de baja directamente en Netflix, mientras que otros siguen compartiendo la cuenta como antes sin que les haya llegado avisos o advertencias. Para quienes sí recibieron la notificación con los nuevos términos, los que las han ignorado parecen seguir usando Netflix y compartiendo su cuenta como antes también sin consecuencias.
Hay dudas respecto a lo que Netflix considera “un domicilio”, y estas pruebas parecen indicar que en la empresa está experimentando con distintos mecanismos para notificar y aplicar las medidas. Lo que no es seguro es que de momento esos mecanismos estén teniendo el retorno que Netflix esperaba.