Por Fernando Álvarez Bogaert.
El comportamiento fiscal del año 2012 despierta reales complicaciones. Esta realidad tiene su origen en la confluencia de estos factores: la caída de los ingresos, el aumento y aceleramiento del gasto público y la captación de financiamiento anticipado.
Las recaudaciones de enero – junio 2012 fueron 18.1% mayores que las de igual período de 2011, al pasar de 138,400 millones en el 2011 a 163,400 millones de pesos en el 2012. Sin embargo, se verifica una reducción de 4.4% con respecto al estimado originalmente, lo que refleja una caída de 7,500 millones de pesos en dicho período. Si se considera la ejecución, sin tomar en cuenta los 8,500 millones de pesos por la venta de la Cervecería, un ingreso no recurrente, la caída del semestre fuese de 16,000 millones de pesos, equivalente a un 9.4% menos.
La composición del gasto público resulta profundamente preocupante al priorizar el gasto corriente (no incluyendo los intereses de la deuda) que representa un 76.7% de los ingresos fiscales a junio del 2012.
El gasto de capital representa un 39.1% de los ingresos fiscales, significando un incremento de más de un 100% con relación al 2011 como consecuencia del desbordamiento de los gastos en el pasado proceso electoral, al pasar de 30,615 millones en el 2011 a 63,800 millones de pesos para 2012.
El servicio de la deuda en el período enero-junio 2012 se encuentra por el orden de los 63,700 millones de pesos, lo que equivale a un 39% de los ingresos fiscales; incluyendo 9,700 millones para la recapitalización del Banco Central.
Al 1ro de Julio de 2012, el déficit fiscal se situó por el orden de los RD$48,800 millones de pesos, considerando ingresos extraordinarios por la venta de la Cervecería Nacional Dominicana por 8,500 millones.
Para igual período de los años 2010 y 2011, el déficit se situó por el orden de los 30,100 millones y 11,300 millones de pesos, respectivamente. Es importante destacar que el bajo nivel del déficit del período enero-junio 2011 se debió a que en ese año el financiamiento se empezó a utilizar a partir de julio.
El Presupuesto proyectado para el 2012, que tenían como resultado un Déficit Fiscal de 27,500 millones, se realizó sobre la base de supuestos macroeconómicos, los cuales no han sido alterados hasta el momento. No obstante esta situación, se remitió al Congreso una Ley de Presupuesto Complementario que eleva el déficit presupuestado a 98,600 millones. Este déficit considera la Ley de Presupuesto Complementario de 51,100 millones y el addendum del “factoring” con el Banco de Reservas por RD$20,000 millones (deuda de contratistas asumidas por el Banco de Reservas), cubiertos en su totalidad con préstamos, debido a que el financiamiento para apoyo presupuestario, concebido en el presupuesto original, se había consumido en más de un 90% al finalizar junio.
Sin embargo, para finalizar el año 2012 proyectamos un déficit de 116,000 millones, considerando una caída en los ingresos fiscales de 24,000 millones para el año, basándose en la ejecución enero – junio, no reflejada en el Presupuesto Complementario.
Este es el mayor déficit registrado en la historia del país, no sólo desde el punto de vista del monto, alarmantemente alto, sino como porcentaje del PIB, que representa alrededor de un 6%.
La deuda pública ha ido aumentando paulatinamente en los últimos años, al pasar de 7,900 millones de dólares acumulados desde el 1930 al 2004 a 24,000 millones de dólares hasta mayo 2012 o, lo que es lo mismo, la deuda aumentó en un 229% desde el 2004 hasta el 2012, incluyendo el Déficit Cuasi Fiscal del Banco Central, que es mucho mayor al percibido por los agentes económicos de nuestro país.
La situación es tan crítica que solo con una acción dramática y rápida podríamos corregir esta situación con daños tolerables. Si no actuamos inmediatamente, con decisión, el mercado corregirá la economía dominicana con daños económicos y sociales intolerables.
Mediante los tratados de libre comercio firmados hasta la fecha, tenemos acceso, libre de tarifa, a 800 millones de consumidores pudientes en el mundo. ¿Qué significa eso?: que tenemos mercado para exportar 100 veces más que lo que exportamos actualmente, solamente si fuésemos competitivos. Solo eliminando las barreras visibles y ocultas a la competitividad seremos capaces de lograr el objetivo primario de una nación: el crecimiento vigoroso con equidad social.
“Un camino de mil millas comienza con un paso.”