Las ironías que tiene la vida no dejan de sorprender. Un ejemplo es el caso del abogado y profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) Yuniol Ramírez, quien fue asesinado , en un intento nunca justificado, de evitar que salieran a luz pública los “trapos sucios” de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA).
Según las investigaciones realizadas por el Ministerio Público, al jurista lo habrían matado el pasado mes de octubre porque supuestamente habría extorsionado al director de la OMSA en ese momento, Manuel Antonio Rivas.
Pero muy lejos de ocultar las irregularidades de esa institución, con el brutal crimen lo que hicieron fue dar motivos para abrir investigaciones que arrojaron recientemente en una auditoría hecha por la Cámara de Cuentas, las multimillonarias irregularidades realizadas por largos años.
Entre los hallazgos de las indagaciones que, además de Rivas, involucran a unos 20 empleado de la OMSA están:
Irregularidades en contra del Estado al pagar, sin previos contratos, RD$3,029,885,296 a 51 proveedores, entre 2012 y 2017.
“Se verificó durante el año 2016 unidades reparadas dos veces por conceptos idénticos, con facturas en fechas similares, por montos de RD$895,930”.
De acuerdo con los detalles de la auditoría, las órdenes de servicio que sobrepasan el umbral para compras directas sin contratos asciende a RD$ 2,209,242,493.
En el informe redactado por la Cámara de Cuentas, a solicitud del Ministerio Público, se establece que la OMSA acordó contratos por bienes y servicios con empresas vinculadas a funcionarios de la institución, a las cuales se les otorgaron pagos por un valor de RD$31,979,524.