Las actividades se ralentizaron este viernes en el área metropolitana de Puerto Príncipe debido al cierre de universidades, colegios y otras instituciones católicas que exigen la liberación de los religiosos secuestrados por la banda armada 400 Mawozo.
Al mediodía de este viernes se tocaron las campanas de todas las parroquias católicas de la capital haitiana y se hizo la adoración de los santos sacramentos.
Esta jornada supuso el término de una paralización de tres días asumida por la Iglesia católica para protestar contra los secuestros en el país.
Durante los dos primeros días, los sacerdotes celebraron misas ‘por la liberación de los secuestrados, su conversión y por la liberación de Haití’, según una nota de los obispos católicos.