La joven de 18 años Meadow Walker ha dado carpetazo a la batalla legal que mantenía con la compañía Porsche a raíz de la muerte de su padre, el actor Paul Walker, en un accidente de coche ocurrido en noviembre de 2013. El protagonista de las primeras películas de la saga ‘A todo gas’ falleció cuando el vehículo en que viajaba de copiloto se salió de la carretera y se estrelló contra un árbol, un impacto que también le costó la vida al conductor, Roger Rodas.
Dos años después, en 2015, su única hija interpuso una demanda contra el gigante del motor alegando que su padre habría sobrevivido al choque inicial, pero que habría perecido por culpa de las llamas que devoraron el interior del habitáculo al ser incapaz de desabrochar el cinturón de seguridad para salir del automóvil.
Según una serie de documentos obtenidos ahora por el portal The Blast, Meadow llegó a un acuerdo con Porsche el pasado 16 de octubre para solicitar que la demanda por muerte por negligencia fuera desestimada, a cambio de una suma desconocida.
En la demanda presentada por la joven, se afirmaba que la compañía estaba al corriente del “historial de inestabilidad y problemas de control” del Carrera GT, el modelo de coche en que viajaba Paul. Además, esos mismos documentos revelaban que el padre del actor, Paul William Walker III, ya había llegado a su propio acuerdo con Porsche en un caso separado.
En abril de 2016, Meadow ya recibió algo más de diez millones de dólares de la herencia de Roger Rodas después de que este fuera encontrado en parte responsable del accidente que acabó con su vida y con la de Paul, a pesar de que según determinó el juzgado “no estaba conduciendo de manera irresponsable en el momento en que perdió el control”.
La versión oficial sobre los motivos que provocaron el trágico accidente es que el vehículo circulaba por encima del límite de velocidad permitido, superando los 128 kilómetros por hora, lo que habría provocado que se desviara y chocara primero contra un poste y después contra dos árboles.
