Redacción.- La dietas, ya sean por restricción calórica o ayuno intermitente, pueden influir de forma positiva en la longevidad, pero un nuevo estudio realizado en ratones señala que la genética puede tener un papel más importante en la determinación de la esperanza de vida.
Una investigación encabezada por el Jackson Laboratory (EE.UU.) y que publica Nature analizó la compleja relación entre restricción dietética y longevidad a través de 960 hembras de ratón genéticamente diversas, que representaban una amplia gama de características fisiológicas.
Durante casi un siglo, los estudios de laboratorio han mostrado resultados consistentes sobre que si un animal come menos o con menos frecuencia, vivirá más tiempo. Sin embargo, los científicos se han esforzado por comprender por qué este tipo de dietas restrictivas alargan la vida y cómo aplicarlas mejor a los seres humanos.
Los ratones fueron asignados aleatoriamente a una de cinco dietas: acceso ilimitado a alimentos, ayuno un día a la semana, ayuno dos días consecutivos a la semana y restricción calórica al 20 % o al 40 % de la ingesta alimentaria basal.
A continuación, se les estudió durante el resto de sus vidas con análisis de sangre periódicos y una evaluación exhaustiva de su salud general.
Todas las restricciones dietéticas prolongaron la vida de los roedores, con respuestas proporcionales al grado de restricción, pero solo la restricción calórica redujo significativamente la tasa de envejecimiento.