La Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo) hace una apuesta por la formación de nuevos lectores con una variada oferta que busca despertar en los más chicos la pasión por la lectura en este año, en que el invitado de honor del evento es Macondo, el pueblo imaginario que creó Gabriel García Márquez.
Con este propósito, los libros con diseños en tercera dimensión que se transforman en juguetes son el atractivo principal para los niños, mientras las sagas y trilogías impresas atrapan a los adolescentes.
El director de la Cámara Colombiana del Libro, Enrique González, señaló en un acto celebrado en el marco de la Filbo, que en el país suramericano más del 50 % de las personas no posee un libro en su casa, “cifra que resulta preocupante si tenemos en cuenta que son los libros una fuente importante de conocimiento”, afirmó.
Según datos de la Cámara, cada colombiano lee de media 1,9 libros al año, una tasa muy inferior a la de otros países latinoamericanos como Chile, donde la media es de 5,3, Argentina (4,6) y México y Perú (ambos con 3,0).
Por esa razón, González insistió en la necesidad de cultivar en los más pequeños el hábito de la lectura.
“Cuando un padre lee con su hijo no solo lo está formando como lector, sino también creando lazos familiares que van a durar toda la vida”, destacó González.
Para atrapar a un niño en el mundo de las letras es necesario que “el libro se convierta en algo más que un libro, que se convierta en un juguete y pase a ser didáctico”, explicó a Efe la directora de comunicaciones de la editorial Penguin Random House, Ana Ximena Oliveros.
“Lo más recomendable son libros con ilustraciones sencillas, con diálogos cortos en donde el niño puede asistir a una lectura en voz alta”, agregó Oliveros.
Los libros de literatura infantil más apetecidos son aquellos que provocan una experiencia de lectura diferente, con títeres, música y dibujos llamativos que se pueden colorear, según los especialistas.
La forma en la que se le lee a un niño también influye en su gusto por la lectura, pues para los más pequeños son clave el ritmo y la postura, y además la entonación debe asemejarse a la de un arrullo para que perciban que se les está contando una historia y les guste, subrayó Oliveros.
La escritora Yolanda Reyes, autora de “El terror de Sexto ‘B'”, editado por Santillana bajo el sello Alfaguara Infantil, y uno de los libros más leídos por los más pequeños en Latinoamérica, dijo a Efe que “lo importante es que el niño nunca lea solo, que haya alguien que lo convierta en lector”.
“En la medida en que haya más profesores, mejor remunerados y enamorados de los libros, padres conscientes y bibliotecas abiertas, los niños siempre tendrán la posibilidad de apasionarse por los libros”, resaltó Reyes.
Como los clásicos tampoco pasan de moda para los niños y jóvenes, Alfaguara presenta entre sus novedades en la feria “El ruiseñor y otros cuentos”, de Hans Christian Andersen, o “El pequeño Nicolás”, de René Goscinny, así como autores contemporáneos como la argentina Andrea Ferrari, presente con “El camino de Sherlock”, “No es fácil ser Watson” o “No me digas Bond”.
En lo que respecta a los jóvenes, su gusto por la literatura está marcado por tendencias como la de los “youtubers”, personas que protagonizan vídeos temáticos en la red Youtube.
“Los libros de los ‘youtubers’, son la sensación en nuestra editorial, nos ha ido muy bien con esa clase de literatura para los muchachos, porque son un fenómeno mundial” indicó Carlos Arturo Zabala, representante de Planeta.
Tanto Planeta como Penguin Random House coinciden en que gracias a este fenómeno es posible acceder a los jóvenes que no se guían por las recomendaciones literarias convencionales y prefieren lo que ven en internet.
Otra tendencia de la literatura juvenil son las sagas, pues desde que apareció Harry Potter los adolescentes se han dejado cautivar por historias ficticias que tienen continuidad.
“Las sagas son llamativas para los jóvenes; algunas como Juego de Tronos son muy preguntadas” afirmó Oscar Aponte, coordinador de ventas de Círculo de Lectores.
Sea cual sea el tipo de literatura que llame la atención del público infantil y juvenil de la feria, los organizadores esperan que esta edición dedicada a Macondo sea un estímulo para elevar el nivel de lectura en el país.