Articular un discurso creíble y lograr los votos en el Congreso o un fallo del Constitucional, luce difícil, pero no imposible
Desde lograr los votos en la Asamblea Nacional Revisora o una sentencia del Tribunal Constitucional, hasta articular un discurso que convenza y que tenga el menor costo político para la figura del presidente Danilo Medina, reformar la Constitución para habilitarlo políticamente, como planteó el ministro de Interior y Policía, miembro del Comité Político del PLD, José Ramón (Monchy) Fadul, resulta difícil y de alto costo político e institucional, pero no imposible.
Para llevar a cabo la tarea planteada por Fadul, solo hay dos mecanismos: la Asamblea Nacional Revisora de la Constitución o un fallo del Tribunal Constitucional que eliminaría la vigésima disposición transitoria de la Carta Magna, que impide a Medina presentarse de nuevo como candidato para las elecciones del 2020.
Asamblea Revisora
El presidente Danilo Medina y sus aliados no cuentan con los 148 votos que necesitarían para una nueva modificación de la Constitución en caso de que asistan los 222 asambleístas. Como están las cosas hoy, el proyecto encontraría 95 votos en contra; 40 legisladores del PLD que siguen de manera firme a Leonel Fernández; 52 del Partido Revolucionario Moderno (PRM), más tres de los partidos Alianza País, Frente Amplio y el Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC).
Sin embargo, el presidente Medina tiene al país acostumbrado a maniobras políticas que le permiten lograr sus objetivos, así lo ha demostrado en casi seis años de ejercicio gubernamental en el 2012.
Fallo del Constitucional. El Tribunal Constitucional tiene en estado de fallo dos recursos que buscan eliminar la vigésima disposición transitoria. La decisión está en manos de trece jueces: Milton Ray Guevara, presidente y los magistrados Lino Vásquez Samuel, Leyda Margarita Piña, Hermógenes Acosta, Ana Isabel Bonilla, Justo Pedro Castellanos, Víctor Joaquín Castellanos Pizano, Jottin Cury hijo, Rafael Díaz Filpo, Víctor Gómez Bergés, Wilson Gómez, Katia Miguelina Jiménez e Idelfonso Reyes.
Para lograr suprimir el artículo atacado en la Constitución se necesita un mínimo de nueve votos. Los magistrados Leyda Margarita Piña, Víctor Gómez Bergés, Jottin Cury e Idelfonso Reyes fueron electos por un período de seis años, el cual se vence el 27 de diciembre próximo. Solo Gómez Bergés no es elegible para seguir en el cargo, porque no cumple con el requisito de la edad.
Según la ley orgánica del Constitucional, los jueces tendrán que emitir el fallo a más tardar en cuatro meses luego de que queda en Estado de fallo, lo que implica que sería este año, pues la audiencia para conocer de los recursos se realizó el 11 de junio pasado.
Por tanto, con la actual configuración del Constitucional se supone que se tomaría la decisión.
El Consejo Nacional de la Magistratura tendrá que ser convocado para escoger los nuevos integrantes de la Suprema Corte y el presidente Medina se cuidó de garantizar la mayoría en ese órgano compuesto por ocho miembros. Lo componen los presidentes de la República, el Senado, Cámara de Diputados y la Suprema Corte de Justicia. Además, un representante de la segunda fuerza política en el Senado y la Cámara de Diputados, el Procurador General de la República y un magistrado de la Suprema escogido por la corte, que hace la función de secretario.
El presidente Medina tiene su voto, que vale por dos para casos de empate; el procurador Jean Alain Rodríguez, Radhamés Camacho, que será el próximo presidente de la Cámara, y Reinaldo Pared Pérez, presidente del Senado, que suman cinco votos. Leonel Fernández tendría los dos votos de la Suprema y Abinader, dos, el senador y presidente del PRM, José Ignacio Paliza y la diputada Josefa Castillo.
Sobre la prohibición a la reelección presidencial, el pasado 9 de abril el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, informó que a raíz de una solicitud del organismo a la Comisión Europea para la Democracia a través del Derecho, conocida como la Comisión de Venecia, se concluyó que la reelección presidencial no es un derecho humano.
“En consecuencia, nadie puede argumentar tener derecho a postularse a una reelección después de un mandato si la Constitución establece lo contrario”, señala el documento publicado en la página oficial de la OEA.
El reto de articular discurso creíble
Al presidente Medina y sus colaboradores del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Gobierno se les hará difícil articular un discurso que cale en la población y la opinión pública, pues la Constitución que quieren modificar fue la que ellos mismos impulsaron apenas en el 2015. En ese momento, el argumento fue que el modelo de dos periodos y nunca más era lo más idóneo para el ejercicio presidencial. De hecho, argumentaron que en las consultas para la reforma constitucional del 2010 la mayoría se pronunció a favor de ese modelo y que el entonces presidente Leonel Fernández, que impulsó esa reforma, no lo había tomado en cuenta.
La credibilidad del presidente Medina quedó afectada en el pasado proceso de reforma, pues desde el 2007 al 2012 tomó el discurso contra la reelección para enfrentar a Leonel. Incluso llegó a decir que para él un periodo es suficiente. Luego de consumada la reforma del 2015 juró por Dios ante el país que no se presentaría de nuevo a otra candidatura presidencial. Sin embargo, las acciones de sus seguidores del PLD y el Gobierno y las propias decisiones del mandatario indican que otra reelección está en la agenda del Gobierno.
Costo político
Desde que asoma el tema de una posible reforma constitucional de distintos litorales políticos y de la sociedad civil, como se dice en buen dominicano, “les caen los palitos” al Gobierno y sus promotores.
Sobre la propuesta de Fadul, el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños Guzmán, consideró que una reforma constitucional para habilitar al primer mandatario para buscar su segunda reelección causaría daños al país y al PLD.
Mientras el obispo de la diócesis de Baní, monseñor Víctor Masalles, expresó que la Carta Magna no puede ser modificada sólo para la conveniencia de un grupo y afectaría de manera negativa la institucionalidad del país. “Yo creo que meterle más mano a la Constitución es hacerle daño a la institucionalidad del país”, dijo el religioso.
El dilema del presidente Medina
En caso de que el Constitucional emita un fallo favorable al gobernante y lo habilite para ser candidato en las elecciones del 2020, Medina tiene todas las de ganar la candidatura presidencial en el PLD, sobre todo porque lo más seguro es que se hará con el padrón nacional electoral. Una repostulación no es garantía de victoria electoral y la realidad política del país no es la misma del 2016, cuando Medina ganó con 62%.
En caso de que Medina se repostule y pierda, el PLD saldrá del poder y él quedará jubilado para siempre por el artículo 124 de la Constitución, para presentarse de nuevo como candidato.
En caso de que la Constitución sea reformada para variar el contenido del artículo 124 que establece dos periodos y nunca más, para volver al modelo del 2010 de un periodo, no reelección y posibilidad de retorno, Medina podría ser de nuevo candidato y mantenerse vigente para otros periodos presidenciales.
División política y daño al sistema de partidos
El proceso de reforma constitucional de seguro generará división política en el principal partido político del país, el PLD, y con él impactaría todo el sistema de partidos. Fernández, que adversa internamente a Medina y es el presidente del PLD, advirtió sobre los daños a la democracia a corto y mediano plazo con la aprobación de la ley de partidos que pone en mano de las cúpulas de las organizaciones el método de elección de los candidatos.
Tercer periodo
Presidencia El presidente Danilo Medina dijo que no se presentaría a un tercer periodo para competir por la presidencia.