SANTO DOMINGO. Los sobrecostos que tendrá el Estado dominicano para normalizar el servicio del sistema eléctrico a la población producto de la salida de AES Andrés del sistema serán responsabilidad exclusiva de la generadora, según el vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rubén Jiménez Bichara.
“Queremos aclarar sobre este evento, que los contratos de compras de energía con las generadoras no reconocen como evento de fuerza mayor aquellos que ocurren dentro de la planta, sino los que ocurren fuera de la misma que impiden servir energía, por lo tanto, los sobrecostos ocasionados por este evento serán de responsabilidad exclusiva de la generadora. Queremos dejar constancia de esa posición al respecto”, indicó el funcionario en rueda de prensa ayer en la institución.
Diario Libre contactó a los ejecutivos de AES sobre este tema, quienes indicaron que por el momento no se referirán al mismo, ya que su prioridad es resolver el problema y así poder entrar al sistema.
El funcionario agregó que el problema ocurrido con AES pone otra vez sobre el tapete la debilidad del parque de generación dominicano y con ello, la “imperiosa” necesidad de terminar los proyectos de generación que están en desarrollo, como es el caso de Punta Catalina. Para enfrentar la situación actual del sistema eléctrico nacional, las medidas anunciadas por Jiménez Bichara son: reprogramar los procesos de mantenimiento técnicamente posible; la entrada al sistema de las generadoras San Felipe, con capacidad de 180 megavatios, y la unidad Haina Turbogás, de 95 megavatios, para enfrentar el desabastecimiento de energía causado por la salida inesperada de los 300 megavatios de AES Andrés.
En forma adicional, dijo que entrarán al sistema la turbogás San Lorenzo de EGE Itabo con 30 megavatios, lo que completa 305 megavatios para el sistema eléctrico, pero con un impacto económico que puede alcanzar los US$49 millones mensuales si opera a toda capacidad. También se tiene sobre la mesa la contratación de una unidad flotante, que aclaró lleva mucho tiempo hacerlo.
“La mejoría se va a sentir este fin de semana con la entrada de las plantas, pero reitero, este es un costo económico insostenible para nosotros en el tiempo. Se va a sentir una mejoría sustancial, pero si eso se extiende en un tiempo impredecible, económicamente la crisis nos va a dar muy duro”, sostuvo Jiménez Bichara.
Aseguró que el momento más crítico que tendrá el servicio eléctrico es del 8 al 15 de octubre porque se tendría un déficit de 221 megavatios y del 16 al 21 de octubre será de 64 megavatios. En cuanto a Punta Catalina, las autoridades convocaron a la prensa para el próximo lunes a las 11:00 am, mientras los apagones se incrementan.
La demanda regular de energía oscila entre 2,200 y 2,300 megavatios, lo que indica que las salidas recientes de unidades de generación han impactado entre 15 % y 20 % el suministro regular de las distribuidoras de electricidad.
El funcionario expresó su satisfacción con el anuncio de AES Andrés de que a finales de este mes incorporará 100 de los 300 megavatios que tiene fuera, lo cual podría compensar en parte el impacto que a partir de octubre causarán las salidas por mantenimiento programado de la Compañía Eléctrica San Pedro de Macorís (CESPM) y de Los Mina V y parte de su ciclo combinado.
La CDEEE logró que CESPM reprogramara su calendario de mantenimiento para que sus 300 megavatios en tres unidades salgan del sistema una tras otra y no al mismo tiempo, lo cual reduce el impacto del déficit a 100 megavatios durante el trimestre de octubre a diciembre de este año.
Además de esos 100 megavatios, en octubre estarían fuera los 155 megavatios de Los Mina V y parte de su ciclo combinado y los 46 megavatios de Barahona Carbón (entrará a finales de octubre), así como 200 de los 300 megavatios de AES Andres, en caso de que cumpla con su promesa de incorporar 100 megavatios antes de finalizar este mes.
“Estamos hablando de que en octubre podríamos tener un desabastecimiento de al menos quinientos megavatios y la compensación que podemos hacer es de poco más de 300 megavatios, por lo que la condición de déficit se reduce, pero no se termina”, expresó Jiménez Bichara.
Tras anunciarse la salida de 300 megavatios de AES Andrés y 46 de Barahona Carbón, la CDEEE había estimado un impacto económico de alrededor de US$30 millones mensuales, pero con la incorporación de unidades de alto costo y otras medidas de compensación, el costo de enfrentar el desabastecimiento podría representar no menos de US$49 millones mensuales, hasta que se reciban las compensaciones contractuales de parte de AES Andrés.
Jiménez Bichara recordó que este año el subsidio programado en el Presupuesto Nacional era de US$425 millones, pero que el impacto en los aumentos del precio del petróleo ha provocado un incremento de US$200 millones más.
A eso se agregan los 49 millones que en sentido general implica la salida de AES Andrés y la incorporación de unidades de generación de alto costo que presionan el mercado spot, lo cual podría hacer que el subsidio supere los US$770 millones solo para cubrir el déficit financiero de las distribuidoras en cuanto a compra y venta de energía.
A esos aportes se agregan otros sacrificios económicos como el que implica mantener sin variación la tarifa eléctrica para no afectar a la población.