La bomba que mató a 51 personas, entre ellas 40 niños, lanzada sobre un autobús en un ataque aéreo atribuido a la coalición liderada por Arabia Saudita en el norte de Yemen, fue vendida por Estados Unidos como parte de un acuerdo entre el Departamento de Estado y Riad, según CNN.
Los números de las metrallas que se ven en las imágenes grabadas poco después del ataque del 9 de agosto en Saada, feudo de los rebeldes, indican que se trataba de una bomba Mark 82 (Mk 82) guiada con láser de precisión, diseñada por la firma de defensa estadounidense Lockheed Martin, dijo el viernes la cadena citando a expertos en armas.
El expresidente Barack Obama había prohibido la venta de bombas guiadas a Arabia Saudita después de que un tipo similar de arma usado en un ataque aéreo matara a 140 personas en una ceremonia fúnebre en la capital, Saná, en octubre de 2016.
Pero Donald Trump levantó la prohibición después de asumir el cargo en 2017.
Cincuenta y seis niños también se encontraban entre los 79 heridos del ataque aéreo en Saada, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La coalición ha sido acusada de cometer numerosos abusos contra civiles. Esta ha reconocido su responsabilidad sobre algunos ataques aéreos, pero reiteradamente acusa a los rebeldes hutíes de mezclarse con civiles o utilizarlos como escudos humanos.
La guerra en Yemen ha dejado unos 10.000 muertos desde la intervención de la coalición dirigida por Arabia Saudita en marzo de 2015 y ha causado la “peor crisis humanitaria” del mundo, según la ONU.