Es difícil ver a Kobe Bryant ser fruto de la desesperación. Su talento siempre impone una imagen de tipo duro que pocas veces se ha roto. Ni siquiera las lesiones que ha tenido en los últimos años han derrumbado al tercer máximo anotador de la historia de la NBA.
Ultimamente, la vida de la Mamba Negra está siendo documentada de una manera detallada y casi al minuto. Gran parte de la culpa la tiene el documental que se está grabando sobre él. Gracias a ‘Muse’, título de la cinta, pudimos ver cómo se ratificó la peor de las noticias hace justo una semana, cuando el doctor Steven Lombardo le confirmó que necesitaba pasar por quirófano para reparar su hombro derecho. Vimos la reacción de Kobe, las preguntas de Mitch Kupchak al médico, quien le acompañó a la consulta, y comprobamos cómo sentó al jugador de Los Ángeles Lakers los resultados de las pruebas.
Ahora, pocos días después de la operación, Kobe volvió a hablar, esta vez lo hizo al canal de televisión de la NBA con motivo del Juego de Estrellas, el que se perderá por estar comenzando un periodo de recuperación de nueve meses. Kobe volvió a abrirse a todos nosotros, y si alguna vez se tambaleó la leyenda, eso sucedió en la entrevista a Ahmad Rashad el mismo día en que le comunicaron que debía operarse.
“¿Cuán difícil es reponerse a las lesiones?”, cuestionó Rashad.
“Controlas lo que puedes controlar”, respondió la Mamba Negra. “El Aquiles no lo pude controlar. Hice todo lo posible para estar preparado cada noche. Si algo así sucede es que está fuera de tu control. Es lo que hay”.
En este punto del fragmento de la entrevista que se emitirá el 16 de febrero, fin de semana del Juego de las Estrellas, Kobe se mostró relajado, reflexivo y con la coherencia que suele tener en estos casos. Afrontó la situación con crudeza y manteniendo el concepto del trabajo y el sacrificio por encima de todo.
“¿Qué te empuja a regresar?”, insistió el periodista.
“El proceso”, contestó Kobe. “Quiero ver si soy capaz. No sé si seré capaz. No lo supe cuando tuve que regresar (del Aquiles). Quería ver si podía. Quería ver si podía. Quería comprobarlo. Lo que voy a hacer es lo que siempre hago, simplemente reducir todo a lo más sencillo, al pequeño detalle e ir a por ello”, destacó un Kobe que aún mantenía la compostura.
Entonces, en la tercera pregunta se pudo ver al Kobe más natural. Se tambaleó la asunción de su lesión y reflejó esa frustración de tener que subir la tercera cuesta arriba en tres años. Es en este punto de la entrevista, donde sin mencionar la palabra, se refirió a esos pensamientos que le vienen a la cabeza sobre su retirada, esas ideas fugaces que suele reprimir de un golpe, pero que siguen atormentándole de vez en cuando.
