El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, criticó duramente a los funcionarios que trabajaban en la construcción de un hospital porque estaban llevando a cabo los trabajos “de forma descuidada” y exigió que se reemplazara a todos los responsables, ha informado este lunes la agencia de noticias surcoreana Yonhap que cita la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA por sus siglas en inglés).
Según la fuente, Kim hizo los comentarios durante la reciente visita al lugar de la obra del futuro hospital en Pionyang. Se trata de uno de sus importantes proyectos de gran envergadura que se prevé que esté finalizado para el próximo 10 de octubre cuando se celebrará el 75.º aniversario del gobernante Partido de los Trabajadores.
De acuerdo a la agencia estatal norcoreana, Kim Jong-un señaló los problemas de carácter logístico y económico. Según el mandatario, la comisión que coordina la construcción “ha organizado las cuestiones económicas de forma descuidada” ya que no había establecido un presupuesto adecuado para realizar la obra.
El líder del estado criticó el suministro de equipo y materiales y reprochó a los funcionarios que “sobrecargaron” al pueblo ya que le habían solicitado todo tipo de “asistencia” en la construcción.
La fuerte reprimenda por parte de Kim ha venido en el contexto de escepticismo acerca de la posibilidad de cumplir con los plazos previstos para completar la obra antes del 10 de octubre. El proyecto, que arrancó el pasado marzo, se vio afectado tanto por el régimen de sanciones internacionales como por el estricto control fronterizo que Corea del Norte ha establecido para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
La agencia surcoreana recuerda que, según información oficial, su vecino norteño no ha registrado casos de infección con covid-19, sin embargo indica que el país no tardó mucho en cerrar sus fronteras e implementar las restricciones de cuarentena, calificando los esfuerzos para luchar contra la pandemia como un “asunto político” que determinará el destino del país.