LIMA. El congresista Kenji Fujimori, hijo menor del expresidente encarcelado Alberto Fujimori (1990-2000), reveló hoy que visitó al exgobernante Ollanta Humala en la prisión policial en la que este cumple 18 meses de prisión preventiva y le llevó un sandwich preparado por su padre.
El legislador relató, en una columna publicada hoy en el diario El Comercio, que el viernes pasado visitó a su padre, quien cumple en la misma prisión una condena a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad, y decidió pasar a ver a Humala, internado en otra zona de esa cárcel y sin contacto con Fujimori.
En 2013, Humala denegó el pedido de indulto humanitario que presentaron los hijos de Fujimori para su padre y el año pasado, cuando terminaba su mandato, no resolvió una solicitud similar del exgobernante, que terminó por retirar su pedido.
Kenji indicó que tocó la puerta de la celda de Humala y lo encontró con su abogado, tras lo cual añadió que vio “a un ser humano quizá en su hora más difícil” y pensó “en sus hijos”.
“Vengo como hijo, señor presidente, no como congresista. Le traigo algo de agua”, señaló el menor de los Fujimori, que le dijo al exmandatario antes de que este “se pusiera de pie sorprendido, incrédulo”.
“Cuando se recuperó, me miró a los ojos y me estrechó la mano agradecido”, acotó.
Según Kenji, en ese momento notó que a Humala “le faltaba todo” en prisión, por lo que regresó al ambiente que ocupa su padre para contarle que aquel no tenía “nada, ni toalla” y este le dijo “apóyalo en lo que necesita”.
“Acto seguido, sacó unas viandas y preparó él mismo unos panes con queso. ‘Llévale esto’, me dijo. Antes de salir, le conté: ‘Me dijo que hace mucho frío. Y de noche es peor’, agregué. ‘Ah, entonces llévale esta frazada y este sacón para que se abrigue’”, continuó el relato del congresista.
Agregó que incluso Fujimori le pidió que se afeite antes de volver donde Humala porque iba a visitar a “un expresidente”.
“Varias horas hablamos Ollanta Humala y yo. Me contó muchas cosas acerca de su vida. Su paso como niño por el colegio de la colonia japonesa donde era el único de apellido español, por lo que se ganó gratuitamente su cuota de ‘bullying’, y que a raíz de eso aprendió a boxear”, continuó.
Dijo que ofreció llevarle libros y hablaron “de reconciliación, de los Aliados con Alemania y Japón en la posguerra, de mirar al futuro con otros ojos”.
“Afortunadamente, no guardo rencores. Siento que mi familia podría ser de las más golpeadas y, sin embargo, con la experiencia de este día, ¿cómo podría yo guardar resentimientos por razones políticas? La política es una cosa, la vida es otra”, comentó.
Además de decir que “es la hora de curar heridas”, el menor de los Fujimori consideró que “no hay que hacer leña del árbol caído”.
“Quizá ha llegado el momento de construir los puentes. Hablaré con quien sea necesario”, comentó en alusión a los pedidos que también hace para que su padre sea indultado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien ha dejado esa posibilidad en manos de una junta médica que evaluará la salud del exgobernante, próximo a cumplir 79 años.
Humala y su esposa fueron recluidos el viernes en cárceles distintas para cumplir con la orden de prisión preventiva dictada por un juez en medio de la investigación que se les sigue por la presunta comisión de los delitos de lavado de activos y asociación ilícita para delinquir en las donaciones recibidas para las campañas de las elecciones presidenciales de 2006 y 2011.
Entre las investigaciones está la sospecha de que recibieron dinero del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez para la campaña de 2006 y 3 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht para las presidenciales de 2011, en las que Humala fue el ganador frente a Keiko Fujimori, también hija de Alberto Fujimori.