Kate del Castillo dijo el lunes que su participación en la entrevista de Sean Penn con el capo de la droga Joaquín “El Chapo” Guzmán le ha costado oportunidades de trabajo como actriz y que un gobierno mexicano “machista” la persigue solo por el hecho de ser mujer.
La actriz mexicana tuvo que rodar la serie de Netflix de próximo estreno “Ingobernable” en Estados Unidos porque teme ser detenida si regresa a su país, donde enfrenta acusaciones de obstrucción de la justicia y lavado de dinero en relación con la reunión que tuvo en 2015 con el líder del cártel de Sinaloa, quien se encontraba fugitivo tras fugarse por segunda vez de una prisión mexicana.
En una entrevista con The Associated Press en un hotel en Miami, Del Castillo dijo que está agradecida con Netflix por apoyarla.
“No ha sido un buen año”, expresó en inglés. “No pude trabajar porque la gente no me quería, porque tenían miedo”.
Del Castillo lanza el martes una campaña con la organización defensora de los animales PETA en la que hace un llamado al Miami Seaquarium para que libere a la orca Lolita a un santuario costero. En videos producidos por PETA en inglés y español, exhorta al público a boicotear los parques marinos.
El año pasado protagonizó una campaña similar para PETALatino en la que criticó el trato de SeaWorld a sus orcas. En México, la actriz también ha trabajado con PETA en la lucha contra las corridas de toros y los circos con animales.
El lunes, Del Castillo dijo que espera que los parques Seaquarium y SeaWorld sigan pronto los pasos del Ringling Brothers and Barnum & Bailey Circus. El emblemático circo cerrará definitivamente en mayo, luego de 146 años, ante las bajas ventas de boletos, los altos costos operacionales y un cambio en los gustos del público para entretenerse en medio de prolongadas batallas con grupos proanimales.
Del Castillo dijo que su activismo la ha hecho arrepentirse en cierto modo de haber actuado en la telenovela mexicana de 1996 “Azul”, en la que también apareció Keiko, la orca hecha famosa en la película “Free Willy” (“Liberen a Willy”) que fue liberada en 1998 y murió en el 2003.
“Pude haber hecho más”, se lamentó.
Radicada ahora en Los Ángeles, la actriz dijo que no permitirá que su exilio empañe su activismo, aunque sí le preocupa la seguridad de sus padres en México. Se rió ante la ironía de que interpreta a la primera dama de su país en “Ingobernable” (“El momento no es bueno para mí”, señaló), y les advirtió a sus admiradores y críticos que recuerden que se trata de una serie política de ficción.
“Yo no he hecho nada malo. Probablemente fue un poquito arriesgado, puede que haya gustado o no, pero no fue ilegal”, afirmó. “¿Por qué soy la única persona que está siendo perseguida? Porque soy mujer. Si fuera hombre esto nunca hubiera ocurrido. Lo entiendo. Especialmente en México, somos muy machistas”.
Guzmán fue capturado nuevamente en enero del 2016 y está peleando su extradición a Estados Unidos, donde enfrenta cargos de tráfico de drogas y otros. Del Castillo dijo que todavía planea hacer una película sobre “El Chapo”, una vez que su propia disputa con el gobierno mexicano haya terminado.
En cuanto a Lolita, a sus 52 años es la orca de mayor edad que vive en cautiverio y la única en Estados Unidos fuera de un parque de SeaWorld. PETA y otros grupos han buscado por años su liberación a un redil marino protegido en las aguas del estrecho de Puget, donde fue legalmente capturada cuando tenía entre 4 y 6 años.
La muerte el 6 de enero de Tilikum, la orca de SeaWorld que mató a un entrenador en 2010 y fue luego presentada en un documental que ayudó a influir en la opinión popular de que no se deben mantener ballenas asesinas en cautiverio, hace que la situación de Lolita sea más apremiante, dijo Jared Goodman, director de leyes animales de PETA.