El Gobierno afgano ha prohibido durante diez días cualquier protesta pública por razones de seguridad, tras el ataque suicida con bomba contra una manifestación pacífica en Kabul de la minoría étnica hazara que provocó al menos 80 muertos y más de 200 heridos, informaron hoy fuentes oficiales.
La prohibición afecta en todo el país asiático a “reuniones públicas y protestas”, dijo a Efe un portavoz del Ministerio del Interior de Afganistán, Najib Danish.
El portavoz afirmó que la prohibición pretende “asegurar la seguridad de los ciudadanos” en general y en particular durante los funerales de los fallecidos en el ataque, que se espera que se celebren en los próximos días.