El líder de las FARC, Timoleón Jiménez, y el jefe de las negociaciones de paz de esa guerrilla con el gobierno colombiano, Iván Márquez, fueron condenados a 40 años de cárcel por un ataque que en 2003 dejó cuatro muertos y 30 heridos, informó este martes la fiscalía a la AFP.
La sentencia, que en total cobija a 22 miembros de las comunistas FARC con la misma pena cada uno, fue emitida por el juzgado cuarto penal de la ciudad de Villavicencio, capital del departamento (provincia) del Meta (centro).
El juez encontró responsables a los condenados de los delitos de rebelión, terrorismo y homicidio, por un ataque de las FARC con explosivos a una embarcación en el que murieron cuatro personas y otras 30 resultaron heridas el 24 de agosto de 2003.
Esta condena se suma a otras que pesan sobre los comandantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dictadas por la justicia colombiana, principalmente por delitos de terrorismo, homicidio y secuestro.
A pesar de esta situación, la fiscalía suspendió temporalmente las órdenes de captura contra Márquez y otros miembros de las FARC para que estos pudieran viajar a La Habana, donde desde noviembre pasado la guerrilla negocia la paz con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
“Esa condena no tiene relación ni implicación sobre los diálogos (de paz)”, dijo a la AFP Álvaro Villarraga, director de la Fundación Cultura Democrática, y antiguo integrante de la desmovilizada guerrilla Ejército Popular de Liberación (EPL).
Villarraga agregó que “permanentemente” la justicia está “emitiendo este tipo de condenas contra las FARC”, cuya cúpula ya tiene numerosas sentencias por diversos delitos, recordó.
Actualmente los delegados del gobierno colombiano y las FARC dialogan sobre la participación en la política de esa guerrilla tras su eventual desarme.
Ese tema es el segundo punto de una agenda de cinco previamente acordada para guiar la negociación, que según el presidente Santos debe conducir al fin del conflicto armado con las FARC.
Al respecto, Villariaga señaló que la nueva condena contra los jefes guerrilleros pone de relieve “la importancia del tema de justicia en la agenda (de negociación)”.
“Se trata de que las FARC tengan un espacio político, pero habrá un nivel de justicia (para que los guerrilleros puedan hacer política)”, puntualizó el analista.
Las dos partes ya zanjaron el primer tema de la agenda: el desarrollo rural integral que, junto con el de garantías para la participación política de la guerrilla, integra la agenda con los temas sobre las drogas ilícitas, el abandono de las armas y la reparación a las víctimas del conflicto.
Las negociaciones en la capital cubana se cumplen sin que en Colombia las dos partes hayan suspendido la confrontación armada, y por el contrario Santos ha pedido a las Fuerzas Armadas que continúen su lucha frontal contra esa guerrilla y los demás grupos armados ilegales que operan en el país.
Las FARC, la guerrilla comunista más antigua de América Latina, llevan 48 años de lucha armada contra el Estado colombiano y cuentan con unos 8.000 combatientes.
La otra guerrilla comunista que opera en Colombia es el Ejército de Liberación Nacional (ELN), 2.500 integrantes, pero hasta ahora se mantiene al margen de las negociaciones de paz.
El líder de las FARC, Timoleón Jiménez, y el jefe de las negociaciones de paz de esa guerrilla con el gobierno colombiano, Iván Márquez, fueron condenados a 40 años de cárcel por un ataque que en 2003 dejó cuatro muertos y 30 heridos