Nueva York.- Los jurados actuantes en el juicio que se le sigue al adolescente Mathew Borges, acusado de asesinar de 74 puñaladas y decapitar al estudiante dominicano Lee Manuel Paulino Viloria en Lawrence (Massachusetts), hicieron un descenso el lunes a orillas del río Merrimack, donde Omar Medina y su novia, encontraron el cuerpo sin cabeza de la víctima el primero de diciembre de 2016.
El periódico local de Lawrence, Eagle Tribune, dijo que los jurados fueron transportados a la escena en un autobús, escoltados por unidades de la policía de la ciudad y el estado.
Los jurados fueron al lugar luego de escuchar testimonios durante los cuatro primeros días del juicio que comenzó el lunes de la semana pasada, y se espera que se extienda por otras dos en la Corte Superior de Salem.
Borges, tenía 15 años de edad y Viloria Paulino 16 y ambos se consideraban como los mejores compañeros de clases en la secundaria Lawrence High School y amigos inseparables fuera del plantel, pero según los fiscales, el enjuiciado decidió matarlo, porque estaba celoso, creyendo que tenía relaciones con su novia, después de haberlo visto hablando con ella en la cafetería del liceo.
Usando botas y capas de lluvia, los jurad fueron transportados desde el tribunal a Lawrence para ver la orilla del río de la calle Water y un edificio blanco de apartamentos en la calle Wood, donde Viloria Paulino vivía con su familia antes de ser asesinado.
Los jurados también fueron llevados a la escuela Guilmette y las calles Bruce Ames, Haverhill y Margin.
El propósito de la visita del panel a Lawrence, conocido como un punto de vista era ayudar a los miembros del jurado a entender mejor lo que escucharon durante el juicio, dijo la jueza Helene Kazanjian al jurado.
A los abogados se les permitió señalar las escenas al jurado durante la visita, pero los miembros del panel no podían hacer preguntas, explicó la jueza.
Kazanjian, junto con los auxiliares de justicia, abogados e investigadores involucrados en el caso, acompañaba a los jurad en la vista.
Viloria Paulino, que estudiaba el segundo de bachillerato fue visto por última vez el 18 de noviembre, 2016, día en que Borges, se fue con él a fumar marihuana, hablar y mirar las luces a lo largo del río Merrimack, según afirman los fiscales.
Esa misma noche, un grupo de adolescentes irrumpieron en el apartamento de Viloria Paulino y robaron equipos electrónicos, ropa y cinturones, según declararon a principios de la semana pasada en sus testimonios en el juicio.
Relataron que Borges, se encargaría de convencer a Viloria Paulino para que saliera de la casa, y después los llamó y les dijo que mató a su compañero y le cortó la cabeza.
El cuerpo decapitado de Viloria Paulino fue hallado en la orilla del río, por cuando Medina y su novia paseaban su perra. La cabeza fue encontrada a unos 50 metros del cadáver metida en bolsas de plástico dobladas.
Borges, también le habría cortado las manos que no han sido encontradas.
El acusado está siendo juzgado por cargos de asesinato en primer grado y si el jurado lo encuentra culpable, sería sentenciado a cadena perpetua.
Los fiscales dicen que el asesinato fue premeditado, con atrocidad y crueldad extremas. Borges, que no ha cumplido los 18 completos está siendo juzgado como un adulto.
Ed Hayden, el abogado defensor de Borges, dijo que su cliente es culpable de un robo, pero no de un asesinato y afirmó que los testigos de la fiscalía no son fiables, aunque ninguno de los declarantes, tiene récord criminal.
Hayden también alega que los fiscales no tienen ningún arma con la que se habría cometido el crimen, ninguna herramienta utilizada para el desmembramiento del cuerpo, no hay sangre, huellas dactilares ni pruebas de ADN.
Jonathan Miranda, de 18 años, Angel Betancourt, de 20, y su hermano, Nazario Betancourt, de 17, admitieron ante el jurado que cometieron el robo en la casa de Viloria Paulino.
Miranda dijo que Borges le dijo a él y a varios que mató a Lee y le cortó la cabeza.
“Nos dijo que lo apuñaló y le cortó la cabeza para que no lo atraparan”, dijo Miranda.
Ángel Betancourt, que conocido por el apodo de “Scooby”, recordó la llamada telefónica que le hizo Borges en la que le dijo que sus manos estaban ensangrentadas. “Me atacó de manera incorrecta, así que hice lo que tenía que hacer”, habría añadido Borges en la llamada.
Nazario, el hermano menor de Ángel, dijo que escuchó a Borges decir que “está muerto” y que después de eso, todo quedó en blanco.
El defensor de Borges, intentando desacreditar los testimonios, interrogó a los declarantes acerca de los tres crímenes que habían cometido, incluyendo el robo en la casa de Viloria Paulino, así como mentir a la policía después.
Todos ellos declararon que no habían enfrentado cargos criminales.
Para hoy lunes se espera que los fiscales llamen a testificar a un experto forense.