Washington.- El juez federal Andrew Hanen en Texas emitió anoche un dictamen que mantiene el freno a los alivios migratorios para millones de inmigrantes indocumentados, tirando un balde de agua fría a la Administración Obama y a la comunidad inmigrante en el país.
El Departamento de Justicia había cifrado sus esperanzas en que Hanen permitiera la puesta en marcha de los alivios migratorios para cerca de cinco millones de indocumentados, que el juez mandó al congelador el pasado 16 de febrero.
Hanen, en cambio, se puso de lado de los 26 estados que en diciembre pasadoentablaron una demanda en su tribunal en Brownsville (Texas) contra la Administración Obama, con la meta de eliminar permanentemente los alivios migratorios, a los que han tachado como inconstitucional.
Pese a estudios sobre los beneficios económicos y humanitarios de los alivios migratorios, Hanen explicó que, a su juicio, el gobierno de Obama “no ha mostrado ninguna razón creíble de por qué esta directriz necesita su implementación inmediata”.
Por ahora, ni el Departamento de Justicia ni la Casa Blanca, han emitido comentarios sobre el nuevo dictmen de Hanen.
Las diferencias
Ante la inacción del Congreso respecto a una reforma migratoria, el presidente Barack Obama anunció el pasado 20 de noviembre la expansión del programa de “acción diferida” (DACA) para “Dreamers”, y un programa similar para adultos con hijos residentes legales o ciudadanos de EEUU, conocido por su sigla en inglés “DAPA”.
Ambos programas, en su conjunto, frenarían la deportación de alrededor de cinco millones de inmigrantes indocumentados y les permitirían acceso a permisos de trabajo. La expansión del “DACA” debía entrar en vigor el pasado 18 de febrero, mientras que “DAPA” debía comenzar el pasado 19 de mayo.
Pese a este revés, al Departamento de Justicia aún le queda la posibilidad de que el quinto circuito de apelaciones en Nueva Orleans (Luisiana) anule el dictamen de Hanen.