Los jueces del máximo tribunal electoral de Brasil discreparon sobre la admisibilidad de nuevas pruebas de donaciones presuntamente ilegales a una campaña electoral derivadas de una amplia investigación de corrupción, en un caso que podría concluir con la destitución del presidente Michel Temer.
La decisión sobre las revelaciones tomadas de acuerdos de acusados con la fiscalía para reducir sus penas sería un buen indicio de hacia dónde se inclina el tribunal.
El ríspido debate del miércoles mostró divergencias entre los jueces dispuestos a aceptar las revelaciones y los que se oponen.
En este último bando se encuentra el titular del Tribunal Superior Electoral, Gilmar Mendes, quien ha dicho que el presidente cuya suerte política debe decidir es “un amigo desde hace décadas”.
Se discute si la campaña de 2014 de Temer, entonces vicepresidente, y la presidente destituida Dilma Rousseff recibió contribuciones ilegales.
Si la corte falla que sí, Temer podría ser destituido, lo que agravaría la tempestad política provocada por la corrupción.
Los abogados defensores dicen que las pruebas del caso fueron presentadas hace tiempo y que la corte no debería tener en cuenta las nuevas revelaciones de los acuerdos de 77 directivos de Odebrecht.
Esta gran empresa constructora es una de las implicadas en la investigación de sobornos en la petrolera estatal Petrobras.
Los testimonios describen numerosos detalles de presuntos sobornos a políticos, así como fondos ilegales de millones de dólares que supuestamente llegaron a los cofres de la fórmula Rousseff-Temer.