El ministro de Defensa, mayor general Rubén Darío Paulino Sem, ha solicitado al Poder Ejecutivo la cancelación del capitán de la Fuerza Aérea, Narciso Sánchez Jiménez, acusado de matar a la joven Yulissa Merdily Acosta Parra e hirió de bala a su novio, Edgar Leíto.
Leíto concedió una entrevista a LISTÍN DIARIO, expresando las cualidades de la joven, y su dolor por este crimen.
“Esa niña era lo máximo”, fueron sus primeras palabras al comenzar a describir la relación con su novia, asesinada de un disparo en la cabeza la noche del pasado domingo, luego de un incidente en la avenida George Washington, por el roce de del vehículo en que iban.
“Era obediente, humilde y casi nunca peleamos por nada; una muchacha de su casa, tranquila. Yo te voy a ser sincero: he tenido varias relaciones, pero nunca una como ella”, comentó Leíto.
A pesar de que no tenían mucho tiempo de relación amorosa, las intenciones de Edgar con Yulissa era convertirla un día en su esposa.
Su versión del hecho
El joven, de 32 años, cuenta que ambos salieron del Casino, con dirección al puente flotante, cuando se encontraron con un automóvil que iba a la misma velocidad del suyo, y hubo una fricción entre ambos.
“Nosotros salimos del Casino en dirección al puente flotante y, de repente vemos un carro que va súper pegado del nuestro, a la misma velocidad, y cuando bajo el cristal él comienza a discutir; le dije que era él quien iba encima y me respondió de manera intimidante y me sacó la pistola”, narró Leíto, quien fue herido en el hombro derecho.
Edgar relató como el atacante parqueó el carro, para bloquear el de ellos, pero justo antes de que saliera él aceleró, tratando de escapar de la situación.
“Yo sentí cuando el tiro me pegó e inmediatamente le comencé a decir a Yulissa que no pasaba nada, que todo estaba bien, que estoy bien, pero ella no me respondía y no fue hasta que vi que su cabeza se inclinó hacia mí, que me di cuenta que ella estaba herida”, relató.
La desesperación se apoderó de Leíto cuando empezó a moverla, para ver si reaccionaba, pero al ver que tampoco le respondió, continuó en la vía en busca de ayuda, pero ese esfuerzo fue prácticamente en vano.
“Paré una jeepeta blanca, hablé con el conductor y le dije que estábamos heridos, que nos ayude y me cerró la ventana; luego paré otro y lo único que me dijo fue que llame al 911 y no fue hasta que crucé el puente flotante que me ayudaron tres policías”, añadió.
Leíto fue llevado a la clínica Integral II y de allí fue referido al hospital Darío Contreras, donde se tiene un registro de su ingreso.
Yulissa Acosta estudiaba medicina oriunda de Cotuí, pero residía con su hermana en la urbanización Mi Hogar, del sector Villa Faro, en Santo Domingo Este.
Los moradores de la comunidad la reconocen como una persona de bajo perfil. “No se metía con nadie y era muy tranquila, apenas salía con su novio cuando no estaba muy ajetreada con la universidad”, exclamó su hermana Merlina Acosta.