Con 23 años de edad, una historia libre de vicios, vinculada al deporte desde la niñez y cursando el último cuatrimestre de la carrera de Comunicación Social, Scarlett Jiménez fue diagnosticada con un cáncer de mama en etapa tres.
Su historia sorprende a la comunidad oncológica dominicana, aunque en su alrededor lo que más asombra es su determinación de no dejarse vencer por un enemigo silente y peligroso como es el cáncer de mama. “No dejaré de sonreir, no me dejaré vencer por el cáncer”, afirma con determinación.
Todo comenzó cuando en forma accidental, su niña de un año de edad le propinó un golpecito en el seno, órgano que se edematizó y por esa razón fue a un médico mastólogo, narró en visita a Hoy. Jiménez quiere que las mujeres conozcan su historia y aprendan a enfrentar el cáncer, sin deprimirse ni morir la víspera.
“Producto de ese golpecito tenía un hematoma permanente que no cedía, por lo que el médico decidió llevarme a cirugía. En la biopsia se detecta la presencia de un cáncer ocasionado por el gen tan agresivo que en una semana ya le estaba tomando el otro seno y el cuello”, narró.
Esta enfermedad es fatal, afirma Jiménez, quien aprovecha el medio para pedir a las mujeres que no se dejen vencer por el cáncer de mama o ninguna otra patología.
Su fuerza, asegura, está en Dios, en ella misma y su familia, pues esta patología le ha servido para ver cuán grande es la solidaridad de la familia, los compañeros de trabajo, su esposo y los médicos. “Los médicos están alarmados, pero pondré mi parte para no morir”, dice