JERUSALÉN. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y ministros de su Gobierno de coalición criticaron la intervención que hizo ayer el presidente palestino, Mahmud Abás, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde pidió promover un nuevo mecanismo internacional que impulse el estancado proceso de paz.
“Abás no ha puesto en marcha nada, sigue huyendo de la paz y pagando a los terroristas y a sus familias 347 millones de dólares”, declaró Netanyahu en un comunicado, en referencia a palestinos encarcelados por Israel por cometer ataques o fallecidos cuando atacaban, y a sus familias.
En su discurso, Abás solicitó celebrar una conferencia internacional este año en la que se formaría un “mecanismo multilateral internacional” que mediara entre israelíes y palestinos, durante unas negociaciones que derivaran en un acuerdo de paz definitivo.
Este planteamiento llega tras el reconocimiento de Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel, lo que para los palestinos ha descalificado a Washington como mediador en un proceso de negociaciones y les ha embarcado en la búsqueda de alternativas multilaterales.
El ministro israelí de Educación, Naftali Benet, escribió en Twitter que “una nación que inventa su pasado no tiene futuro”, asegurando que “los antepasados de los palestinos pueden haber existido hace 5.000 años, pero más al sur de la península arábiga”, y recomendó a Abás “centrarse no en construir un pasado imaginario, sino un futuro práctico”.
El titular de Defensa, Avigdor Lieberman, comentó en la misma red social sobre Abu Mazen (apelativo de Abás): “Todos saben quién eres. Una parte paga los sueldos a los terroristas que dañan a Israel y la otra pide el reconocimiento de la ONU”.
Un rechazo que también manifestó el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, quien aseguró que Abás “con sus palabras y sus acciones” dejó claro que “ya no es parte de la solución”, sino “el problema”.
Por su parte, la representante estadounidense ante el organismo, Nikki Haley, dijo al presidente de la Autoridad Nacional Palestina que su país está listo para trabajar en un acuerdo de paz en Oriente Medio, pero reiteró que no va a dar marcha atrás al traslado de su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.