Israel destruyó hoy un túnel que se adentraba en su territorio y atacó 35 posiciones militares del movimiento islamista palestino Hamás y de la Yihad Islámica en Gaza tras el lanzamiento esta mañana de 28 proyectiles desde el enclave.
“Esta es definitivamente la mayor lluvia de cohetes y morteros desde el verano de 2014”, dijo hoy el portavoz militar israelí, teniente coronel Jonathan Conricus, quien destacó que también se trata “de la mayor respuesta o ataque del Ejército”.
El militar dijo que su país “no busca una escalada” pero hará lo necesario para “proteger a los civiles israelíes”.
Hamás, que controla Gaza desde 2007, “está intentando convertir la zona en un área de terrorismo”, dijo Conricus, quien responsabilizó al movimiento islamista del mantener el control sobre otros grupos en la Franja (bloqueada desde ese mismo año) “a los que está permitiendo perpetrar pequeños ataques”.
“Ahora está en manos de Hamás”, dijo a un grupo de periodistas, entre ellos Efe, sobre el devenir de la situación.
Conricus manifestó que Israel ha concluido “un significativo ataque aéreo” sobre una treintena de posiciones militares de “organizaciones terroristas y el túnel de Hamás y la Yihad Islámica” tras el disparo desde la franja desde esta mañana de al menos 28 cohetes, algunos de ellos, “fabricados y suministrados por Irán”, de cuyo lanzamiento el Ejército responsabilizó a la Yihad Islámica.
De la lluvia de proyectiles, unos 25 fueron interceptados por el sistema de defensa antimisiles israelí Cúpula de Hierro y uno impactó en el patio de una guardería de una comunidad próxima a la frontera causando un herido leve.
“Las instrucciones a los civiles israelíes (de comunidades próximas a la línea divisoria) es que estén a 15 segundos de distancia de un refugio”, destacó Conricus.
Los servicios de emergencia United Hatzalah informaron que han atendido al menos a diez personas por “shock emocional” durante el día.
Los ataques israelíes destruyeron un túnel del movimiento islamista Hamás bajo el cruce fronterizo de Kerem Shalom, que según explicó el portavoz tenía forma de U: comenzaba en Gaza, se adentraba casi un kilómetro en territorio egipcio y desde allí unos 900 metros en el israelí.
El subterráneo, aún en construcción y no operativo, podría ser usado para “cometer ataques o contrabando”, dijo Conricus y destacó que es el segundo corredor que el Ejército destruye cerca de ese paso fronterizo, que se utiliza para el paso de mercancías, y el décimo desde el pasado mes de octubre.
“Esto pone en peligro la ayuda humanitaria a Gaza que proporciona y supervisa Israel”, criticó el portavoz, quien aseguró que Hamás “tiene dificultades para entender que debería centrarse en otras cosas más que en despilfarrar el dinero bajo tierra”.
Fuentes palestinas también informaron de daños a una escuela en Gaza y bombardeos contra varios puestos militares en la franja, sin informar de heridos.