MIAMI. La escritora chilena Isabel Allende considera que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es “muy peligroso”, podría llevar al país a la guerra y ya ha hecho un gran daño en sus diez meses de mandato, aunque confía en que las instituciones eviten males mayores mientras siga en el poder.
“Hay que confiar en que el daño sea reversible y controlable”, dice en entrevista telefónica con Efe con motivo del lanzamiento en Estados Unidos y en inglés de su más reciente novela, “Más allá del invierno”, que aborda temas muy ligados a la actualidad nacional como los refugiados o la inmigración ilegal.
Naturalizada estadounidense desde 1988, cuando se mudó a California, la autora cree que Trump puede hacer “muchísimo daño y parte de ese daño puede ser irreversible por décadas” con nombramientos de jueces ultraconservadores en la Corte Suprema.
“Todavía no estamos en lo más crudo del invierno (que supone Trump). Este hombre todavía puede hacer cosas mucho peores”, lamenta la autora, que trabaja con inmigrantes latinoamericanos, muchos de ellos indocumentados.
Pero, con todo, y al igual que en su libro, Allende vuelve a apostar por la esperanza, que en este caso radica en “muy fuertes” instituciones de Estados Unidos que han evitado muchos de los proyectos de Trump, en referencia a su empeño por el veto migratorio, la construcción del muro con México, entre otros.
Allende considera que el magnate, que mantiene una batalla dialéctica con Kim Jong-un, el líder de Corea del Norte, país contra el que se reserva la “opción militar”, es capaz de llevar al país a una guerra con tal de que le suba el índice de popularidad y sabe usar los mecanismos para “galvanizar a la población en torno a una idea”.
Pero la autora recurre a la cita de Albert Camus que inspiró el libro -”En medio del invierno aprendí por fin que había en mí un verano invencible”- para optar por una vía de esperanza, pues es su “filosofía de vida”.
Esa actitud le ayudó a salir de dramas como la dictadura en Chile le cambió la vida o el “dolor tremendo” de la muerte de su hija Paula, sabedora de que por delante tenía una vida por vivir, llena de momentos positivos y también amargos, pero que hay que “sobrevivir y resolver”.
“Todo es temporal y vamos para adelante”, dice sobre su vida, el mundo y también los personajes de “Más allá del invierno”, que cuenta la historia de la chilena Lucía Maraz, una mujer madura que le da una oportunidad al amor con un profesor estadounidense, Richard Bowmaster.
Durante el romance, ambos conocen a Evelyn Ortega, una inmigrante guatemalteca que se refugia con ellos en medio de una gran tormenta de nieve en Nueva York, durante la que descubren su fuerza interior y el verano invencible que llevan en el alma.
Aunque dice que Lucía no está inspirado en ella, sí ve en ella características propias, pues también es “vanidosa, mandona y curiosa”, y también, como su personaje, no se siente mayor.
“No me siento vieja, soy muy sana y muy ágil y tengo mucha energía, me siento más o menos como siempre, pero tengo más conciencia del tiempo, una conciencia que antes no tenía”, explica.
Esa conciencia pasa por saber que no le quedan “muchos años” de su actual vitalidad y que tiene que vivir al máximo la vida, incluyendo su nuevo amor, el abogado neoyorquino Roger Cukras.
“Estoy enamorada como lo pudiera estar los 17 o los 37 años, eso no cambia, pero cambia la percepción de que no nos queda mucho tiempo juntos y hay que aprovecharlos”, reconoce.
Su “prioridad” actual es hacer las cosas que valora y estar con la gente a la que quiere sin la sensación de “responsabilidad” que tenía cuando era joven, pues cree haber hecho todo lo posible durante sus 75 años de vida.
“He tenido una vida aventurera, una vida de tragedia, drama, comedia, me ha pasado de todo. He sido refugiada, inmigrante, he tenido dos divorcios, se me murió una hija”, recuerda.
Sobre sus próximos proyectos, más allá de promocionar las próximas semanas su libro en Estados Unidos, donde sale a la venta el 31 de octubre, están su nueva novela que comenzará a escribir, como siempre, un 8 de enero, en este caso en 2018, y sobre la que ya está en fase de investigación, y un nuevo paso en su relación con Cukras.