SANTO DOMINGO. La Procuraduría General de la República investiga la existencia de tres armas, entre ellas un revólver Magnum 357, ocupadas en el interior de la cárcel de Najayo, una de las que supuestamente correspondía al abatido presunto sicario Andy Martínez Valdez, al cual alegadamente les fueron encontrados diez chip telefónicos.
Las pesquisas posteriores en la escena del crimen detectaron la existencia de tres armas de fuego. Dos armas cortas alegadamente estaban en manos de igual número de reclusos que resultaron muertos durante la acción vinculada a un plan de fuga de supuestos sicarios, “para la realización de una operación de alta envergadura”.
Mientras que luego fue hallado un magnum 357 durante una requisa en el recinto, que está en proceso de adaptación al nuevo modelo penitenciario. Según la hipótesis investigativa, los disparos comenzaron desde adentro del penal, cuando reclusos trataban de romper el cerco de seguridad para escapar, con auxilio de cómplices que esperaban del otro lado de las verjas.
Los privados de libertad que resultaron muertos son Jorge Luis Polanco Díaz, condenado a 30 años por homicidio; Álvaro Luis Capellán, preventivo por homicidio; Jesús Felipe Narciso, alias Atahualpa, también condenado a 30 años por homicidio, y Andy Maríñez Alcántara, preventivo por homicidio.
Este último reo fue recapturado luego que en mayo se viera involucrado en el secuestro de un autobús que traslaba a los también internos Elvis Félix Alcántara, Jacinto Reyes Guzmán e Isael Andrés Rosario Pérez, acusados de haber matado a tres hombres y quemado sus cadáveres en la loma Los Mogotes, de Villa Altagracia, en 2012. Los mismos escaparon desde el vehículo que los trasladaba a la salida del Palacio de Justicia de Villa Altagracia hacia Najayo con policías, junto con agentes penitenciarios y privados de libertad.
Valdez es sindicado como el alegado cabecilla de esa espectacular fuga, tras encañonar a un agente de vigilancia penitenciaria (VTP). Las investigaciones buscan establecer detalles sobre un presunto plan “de alta envergadura” que comprendía sacar del penal a presuntos sicarios para el mismo. El Ministerio Público indaga si las acciones están relacionadas con los presuntos capos Winston Rizik Rodríguez, quien guarda prisión preventiva en La Vega; y los prófugos Pascual Cabrera Ruiz y Pascual Cordero Martínez (El Chino).
Según las investigaciones preliminares, bandas de sicarios estaban tratando de sacar desde la cárcel reos para hacer una operación de “alto calibre”, con apoyo logístico de alto nivel. Han sido interrogados varios reclusos que alegan eran utilizados de escudos por otros que intentaban fugarse.
La supuesta operación comprendía un reforzamiento desde afuera de la cárcel, desde donde presuntamente se hicieron disparos con armas largas.
Los disparos habrían salido desde una yipeta con al menos cinco hombres en su interior.
Sepelio
Compañeros de armas, familiares y amigos sepultaron ayer en el cementerio Las Mercedes de San Francisco de Macorís, los restos del subdirector del cuerpo de seguridad del Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo-Hombres, herido en medio del intento de fuga. Previo, le fue celebrada una misa de cuerpo presente en la catedral Santa Ana de esta ciudad, a la que asistió el procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, y otras autoridades.