El inventor Peter Madsen ha admitido que fue él quien descuartizó a bordo de su submarino a la periodista sueca Kim Wall, desaparecida a mediados de agosto, y que arrojó sus restos al mar, informó hoy la policía danesa.
Madsen ha cambiado además su declaración sobre la muerte de Wall, que según él había sido provocada al caerle de forma accidental la escotilla del submarino, y afirma ahora que falleció por intoxicación de monóxido de carbono mientras él estaba en la cubierta de la nave.
La policía danesa ha localizado de forma separada en los últimos meses partes del cuerpo de Wall, vista por última vez la noche del 10 de agosto a bordo del Nautilus, el submarino de fabricación casera en el que iba a entrevistar a Madsen.
Las revelaciones del inventor, en prisión preventiva acusado de homicidio y trato indecente con cadáver, llegan después de que pidiera ser interrogado de nuevo tras los hallazgos policiales a mediados de mes: la supuesta sierra usada para trocear el cuerpo, una bolsa con la ropa de Wall y un cuchillo, otra con la cabeza y, por otro lado, las piernas, atadas con trozos de metal para aumentar el peso.
Aunque todavía no se ha difundido el resultado de la autopsia con los nuevos fragmentos ni se ha determinado la causa de la muerte, la policía ya había informado hace tres semanas de que el cráneo no tenía fractura ni signos de violencia, lo que desacreditaba la declaración del golpe en la cabeza.
Madsen, que sigue declarándose inocente del cargo de homicidio, ha aceptado voluntariamente que le sea prolongada la prisión preventiva.