MOCA. Los internos preventivos y condenados que están ingresados en el Centro de Corrección y Rehabilitación La Isleta, de este municipio, han sabido aprovechar el tiempo en ese penal. Y es que 39 de ellos cursan carreras universitarias a través del programa educativo del nuevo sistema penitenciario, mientras que cientos desarrollan otras actividades productivas.
Los reclusos estudian las carreras de psicología, derecho, educación, administración de empresas, contabilidad y otras, que son impartidas por facilitadores de la Universidad de la Tercera Edad (UTE).
Bernardo Enríquez Maldonado, director del recinto, explicó que las cátedras son ofrecidas los jueves de cada semana, de 9:00 a.m. a 4:00 p.m., en el área docente del penal.
“La finalidad es darles la oportunidad a los internos de reintegrarse a los estudios y de formarse como profesionales”, declaró Maldonado, tras informar que a partir de septiembre desde otros centros penitenciarios trasladarán privados de libertad para participar del programa educativo en La Isleta.
Carlos Zamora Vásquez, nativo de Bonao, provincia Monseñor Nouel, ha sabido aprovechar los cinco años de prisión a que fue condenado por agresión sexual, para estudiar psicología.
“Elegí esa carrera para orientar y guiar a personas que no tengan los recursos o los medios de pagar una consulta psicológica para manejar situaciones en conflictos, especialmente casos de divorcios, que fue lo que me trajo aquí”, expresó el convicto, quien además es arquitecto de profesión y forma parte del grupo de canto del penal.
Mientras que Eddy Román Reyes Rodríguez, un reo preventivo acusado de comercializar drogas, fue matriculado para iniciar la licenciatura en administración de empresas el próximo ciclo, que empieza en septiembre.
“Sea condenado o favorecido con la libertad voy a darle continuidad a los estudios, los cuales había abandonado”, afirmó Reyes Rodríguez.
Los estudiantes universitarios, en su mayoría, además colaboran con el programa de alfabetización Quisqueya Aprende Contigo, que funciona dentro del centro.
En el Centro de Rehabilitación y Corrección hay 810 internos (146 condenados y 664 preventivos), muchos de ellos se dedican a actividades productivas que se desarrollan dentro del recinto, además de cursos técnicos, manejo en siembra y cosecha de cultivos agrícolas, así como actividades deportivas y culturales.
Allí hay talleres de ebanistería, industrial y mecánica automotriz. Los beneficios son otorgados a los internos, quienes a su vez sostienen a sus familias desde la cárcel.
“Yo tengo tres hijas que las mantengo desde aquí con lo mucho o poco que venda de los zapatos que fabrico y los cuadros que pinto”, expresó Fran Francisco Pérez Santana, condenado a 15 años de prisión por homicidio involuntario.
En tanto que Remy Dovil, uno de los 40 extranjeros que están aquí, refirió a reporteros de este diario que en el recinto carcelario aprendió el oficio de ebanistería, el cual pretende poner en práctica en su país tan pronto cumpla la sanción de nueve años que le fue impuesta por homicidio.
Otras actividades
Los internos del Centro de Corrección y Rehabilitación La Isleta no solo se destacan en lo individual. Cabe destacar que el equipo de baloncesto superior es el actual campeón regional.
Asimismo, el grupo de teatro participa en este momento en una competencia nacional entre grupos carcelarios.
Como reconocimiento de sus comportamientos y dedicación en las actividades productivas, al menos cien reclusos de aquí son beneficiados de la “Media Libre”, una modalidad que permite entradas y salidas del centro para trabajar y estudiar.
“Parte de esos muchachos los tenemos en contacto directo con la sociedad mocana aportando con su mano de obra. Recientemente algunos de ellos los teníamos trabajando en la reparación del zoológico de Moca”, refirió Bernardo Enríquez Maldonado.
Esta experiencia la mostró el funcionario penitenciario a reporteros de Diario Libre durante un recorrido en el recinto.