Cuadragésima Segunda Parte
El funcionamiento de una política medioambiental, junto a los elementos que dinamizan las relaciones entre el comercio y el medio ambiente, tiene que impactar en los sectores gubernamentales, ya que entendemos que los países de por sí, no pueden imponer sus criterios de políticas ambientales y los procesos productivos del comercio. Ciertamente, existen muchos organismos mundiales regionales, grupos sectoriales y grupos convergentes por afinidad de desarrollo o de filosofía o políticas centradas en visiones de intereses comunes.
Hoy día, se hace más evidente la demanda de bienes o productos limpios y no contaminantes; así mismo, establecer acuerdos entre el sector empresarial privado de los países vinculados, comercialmente, a través de organismos que habitan para defender, ofertar y demandar mercadológicamente sus producciones bajo signos de legalidad, legitimidad y compromisos o acuerdos.
Esta idea traduce que las grandes compañías multinacionales que hoy controlan la mayor parte del comercio internacional, deben prever, mantener y desarrollar sus negociaciones, estar o pertenecer a organismos internacionales, donde los integrantes poseen toda la fuerza o las relaciones, para producir, intercambiar y comercializar sus marcas, representaciones, asignaciones y distribuciones de su práctica empresarial-comercial.
Conocemos cientos de organizaciones u organismos internacionales y, precisamente, con el objetivo de propender a una mayor homogenización de criterios ambientales como es el Sistema ISO (International Standar Organization), decidieron crear en el año 1992 el Comité de Estándares Ambientales, con los objetivos principales de la promoción de un enfoque común referente a la gestión ambiental, la incorporación de nuevas facultades a la organización para conseguir una mayor protección del entorno y, evidentemente, el de facilitar el comercio removiendo las barreras que lo obstaculizan.
Los principales ámbitos de aplicaciones de estas normas tienen una incidencia directa en el comercio; así mismo, estas tienden a promover criterios comunes, para la evaluación de los criterios de Gestión Ambiental, normas que se fijan sobre el ecoetiquetado y certificación, tendente a constituir un sistema internacional de franquicias, fundamentado en principios y procedimientos estandarizados.
Por otra parte, la preocupación generalizada por los problemas ambientales ha producido cambios relevantes en las políticas nacionales, en todo el país, tanto en las áreas urbanas como rurales, pues se han estado aplicando las leyes y ordenamientos jurídicos, normas específicas para la salubridad y tratamiento de residuos en general, así como el adecentamiento de áreas de inmunidad, como la aplicación y toma de decisiones por los Ayuntamientos y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Esta acción pone en evidencia que la progresiva consolidación de las políticas ambientales de todos los organizamos pertinentes, impulsan un desempeño comercial bastante fluido de seguridad y de un entorno más funcional y más frecuentado.
Es decir, nuestras autoridades, el sector privado y un gran número de ciudadanos comienzan a tomar conciencia de que consolidar las políticas ambientales nacionales entre las partes interesadas está influyendo en el bienestar medio ambiental, comercial y ciudadano.
Estas son razones suficientes para que el Ministerio de Medio Ambiente, junto a las organizaciones empresariales y comerciales y la sociedad civil, además los Ayuntamientos y el Ministerio de Salud Pública, formen un Comité Nacional tanto municipal como rural, cuyo principal objetivo sea establecer y desarrollar medidas ambientales, con el fin de promover medidas para un desarrollo sostenible y cuyo mando responde a actitudes de protección, prevención y bienestar social y de salud; y que sean contemplados en las leyes para su fuerza legal y la toma de decisiones consensuadas.
Sería de suma importancia consultar esta idea, con organismos internacionales que tienen bien definidos y experiencia, aunque no sean nacionales, pero sería buena cultura y aprendizaje tomar ideas y razones de hechos producidos en el área empresarial comercial.
Estudiar las decisiones de diferentes organismos como el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comerciales (GATT); la Organización Mundial del Comercio (OMC); La Organización para la Estandarización Internacional (ISO); Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA); Banco Interamericano de Desarrollo (BID); Comunidad del Caribe (CARICOM); Red de Información Tecnológica Latinoamericana (RITLA); como otros tantos organismos para la Ecología y el Medio Ambiente; Red de los Sistemas Jurídicos Ambientales(RSA); la Estandarización Internacional y el Medio Ambiente (ISO); la Oficina Regional para Mesoamérica (ORMA); Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) y el Programa de Vida Silvestre ((PVS).
Una adecuada y moderna política de integración comercial y medioambiental debe tener en cuenta que los nuevos lineamientos que puedan originarse, no deben afectar una competencia organizacional ni del comercio, ni del medio ambiente, sino más bien establecer un complejo de normas, acciones y decisiones comerciales ambientales de suerte que no se conviertan en obstáculos para el libre comercio ni producir elementos discriminatorios entre los distintos sectores y pobladores.
Obviamente, se debe tener en cuenta que estas iniciativas de incorporación interinstitucional, la variable ambiental y la de comercio en tratados multilaterales y en la creación del Comité de Medioambiente y de Comercio, con correspondencia a modelos e iniciativas ya concebidas en muchos países. Modelos que las han mantenido en un proceso prolongado de implementación, pues hay que tener muy en cuenta que se hace o establece un compromiso y una adhesión voluntaria de varias partes y quienes son los que poseen la mayor parte de recursos humanos, económicos y políticos, más los intereses de los bienes ambientales por representaciones, unos, y otros, por solidaridad y compromiso con el ecosistema y, principalmente, por un futuro más positivo para todos. Además, una integración de esta naturaleza tiene suma importancia para las partes, la búsqueda de una consolidación y equilibrio no es fácil, por lo que debe crearse un ambiente de respeto en un proceso de validación de las buenas ideas y propuestas, con el espíritu de participación y sacrificio, para que el compromiso sea positivo y pertinente para la mayor parte de la sociedad dominicana.
La práctica proteccionista hacia el medioambiente trae una cierta disconformidad con los que siempre han estado en el otro lado, sirviéndose de las consecuencias, generalmente dañinas para la mayoría del pueblo dominicano y también del mundo, pues ante una práctica hecha cultura o acción tradicional, no resulta fácil concientizar y tomar medidas de acción legal o separar a las personas de su práctica cotidiana, pues para unos se trata de su medio de vida, como es el caso de la explotación agrícola que producen graves severos efectos ambientales.
Por todo esto, en el análisis y conocimiento para las futuras medidas debe tenerse en cuenta la filosofía más primordial que es la de propender hacia la configuración en todo lo posible, de medidas que sean dignificadas con los resultados producidos y que la parte afectada, sea tratada con criterios humanos con respeto y forma que no salga perjudicado por la pérdida de bienes necesarios para el sustento de su vida.
La idea es que a través de todo este proceso se pueda conseguir un desarrollo sostenible y una garantía para las generaciones futuras de este país dominicano.