Por Arcadio B. Rojas
MOCA.– Lo que se entiende como insólito, la comunidad de Moca vive un toque de queda voluntario, notándose en los últimos días poca gente circulando por sus calles después de que cae la noche ante el temor de ser presa de los delincuentes que se han convertido “en amos, dueños y señores” de la Villa del Viaducto, ante la incapacidad de la policía para enfrentarlos.
El toque de queda “voluntario” es evidente en los barrios y las comunidades sub urbanas, en estas últimas sus moradores se han convertidos en blanco de los malhechores, que al parecer están en todas partes, como si estuviéramos viviendo en una sociedad donde el delincuente impone sus reglas.
La presidente de la Unión de Juntas de Vecinos, profesora Milagros Rosario Candelier volvió a clamar de las autoridades a enfrentar a los delincuentes, notándose con más crudeza cada día la creciente falta de seguridad.
En las ultimas horas desconocidos penetraron a la Librería Central, varias tiendas del centro de la ciudad, Biblioteca Municipal, mientras que con frecuencia personas son despojados de motores y pasolas, sin que la policía haya logrado apresar a nadie que se pueda responsabilizar de los robos a manos armadas.
En los últimos meses en Moca han ocurrido mas de medio centenar de robos en establecimientos comerciales, y a la fecha ni uno ha sido esclarecido, lo que la población interpreta que se hacen con la complicidad de las autoridades policiales, institución que es manejada por sus comandantes con características de burocracia, viendo como los comandantes solo despachar de la oficina, sin saber que pasa en las calles, mientras las entidades se cruzan de brazos.
Entre los robos sin aclararse están dos en Industrias Macier, Granja Wilse, Tienda La Victoria, Almacenes Juana María, Inmobiliaria Dely, Tienda Tienda, DC Librería, asalto en la Asociación Mocana y decenas más.
A este rosario de establecimientos se suman dos y tres casos diario de despojo de motocicletas, mientras que la policía no ha podido cerrarle el paso a los delincuentes.
Ante este panorama la gente esta quedando en sus viviendas, donde ni ahí están seguras.