Miles de inmigrantes y activistas de Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Pennsylvania alzarán sus voces hoy en Washington D.C., para mostrar su desacuerdo con lo que llaman la agenda racista y antiinmigrante del presidente electo Donald Trump.
Alrededor de 200 miembros de la organización Se Hace Camino Nueva York (MRNY) salieron en buses esta madrugada desde la Gran Manzana rumbo a la capital del país, para participar de la demostración que estaba pautada comenzar a las 11:00 a.m.
“Una de las cosas principales que a mí me motiva a participar es el odio que está usando el presidente electo en contra de la comunidad inmigrante, mexicana y musulmana”, expresó el organizador de MRNY en Staten Island Saúl López, de 65 años y quien ha estado movilizando a los miembros para que participen en la demostración en D.C.
López dijo que está de acuerdo que se deporte a personas que han cometido crímenes, pero no que se generalice a todos los hispanos como criminales.
Aunque Trump ha cambiado su postura, y ya no afirma que deportará a 11 millones de indocumentados sino sólo a 2 o 3 millones de “delincuentes”, los expertos y analistas aseguran que en el país no hay de 2 a 3 millones de indocumentados con récord criminal y su política puede terminar arrestando a muchos residentes legales.
Un llamado a Obama
Por ello, durante la marcha, los manifestantes también harán un pedido como último intento para que el presidente Barack Obama perdone a los inmigrantes que están aquí legalmente pero son sujetos a deportación por delitos menores.
Los congresistas por Nueva York, Nydia Velázquez y José Serrano, mandaron una carta a Obama en la cual le instaron a perdonar a los entre 100,000 y 200,000 inmigrantes en esta situación. “Deportar a estos individuos por infracciones relativamente menores no es sólo desproporcionado, pero moralmente inaceptable”, expresaron en la misiva.
Velásquez expresó en una declaración: “No podemos permitir a las familias en estas circunstancias que sean separadas y el presidente Obama puede –con el trazo de un bolígrafo– proveer a estos individuos un grado de seguridad”.
“No tengo miedo”
Jennifer Macías, de 18 años, recuerda cuando su tío fue deportado cuando ella aún vivía en Ecuador. “Me pareció algo injusto”, expresó la estudiante de justicia criminal quien participa de la demostración en la capital.
“Él era un ciudadano que siempre trabajaba, se ocupaba de sus hijas y por su familia”, dijo Macías. Para ella fue sorprendente el racismo que se vio en el año 2016 y como todavía tratan a los hispanos como “los otros”.
“En muchos de nuestros países no ofrecen las oportunidades que este país ofrece”, dijo la joven. “Obama debe de tomar en cuenta eso: que somos gente civilizada, de paz, y solo estamos buscando el bienestar de nuestras familias”, añadió Macías.
Desde la elección, la joven ha estado frustrada y nerviosa por lo que le podría pasar a ella y a su familia que no tienen documentos. Sin embargo, dijo que no tiene miedo. “Hay que salir y luchar”, dijo con entusiasmo.
Los grupos también estarán llamando a los gobiernos locales a que se preserve el Deferred Action for Childhood Arivals o DACA, un programa iniciado por una orden ejecutiva de Obama que ofrece residencia a personas que fueron traídos a Estados Unidos por sus padres cuando eran niños.