NUEVA YORK._ Por envidiarle el modo de vida a un primo, un chino indocumentado asesinó a puñaladas a la esposa de su pariente y a los cuatro hijos de la pareja. Uno de los niños fue horriblemente decapitado, dijo la policía en el parte oficial.
El sospechoso, Ming Dong Chen de 25 años de edad, habría confesado los asesinatos durante el interrogatorio, según reveló una fuente de la investigación al tabloide New York Post.
“Dijo que lo hizo, porque estaba celoso del modo de vida que llevaba su primo”, publicó el tabloide ayer domingo basándose en una fuente de la policía.
Dong Chen, fue capturado con el cuchillo de cocina ensangrentado que usó para matar a la mujer y los niños.
Las víctimas fueron identificadas como William, Kevin, Amy y Linda de 1, 5, 7 y 9 años de edad y la madre Qiao Zhen Lee de 37.
“Los maté porque tenían más que yo y eso me causaba envidia”, añadió el asesino en el interrogatorio.
El acusado, llevaba una semana viviendo en el apartamento escena del crimen, con la familia que asesinó.
Cuando los policías llegaron al apartamento, alrede3dor de las 11:00 de la noche, respondiendo una llamada al 9112, encontraron a Dong Chen con el cuchillo en la mano y su ropa manchada de sangre.
Los oficiales que llegaron primero dijeron que en el dantesco espectáculo de muerte y sangre, el niño de 1 año, había sido decapitado.
Las víctimas residían en el vecindario Sunset Park en Brooklyn y el victimario fue capturado, cuando trataba de huir por la puerta principal del edificio, siendo arrestado por dos detectives que no eran parte de esa investigación y trabajaban buscando ladrones en un patrón de robos cometidos en el sector, pero escucharon por radio el reporte de una pelea doméstica y se dirigieron donde Dong Chen había matado a la mujer y los niños.
En el interior del apartamento, los policías se toparon con una escena terrorífica en la que las cinco víctimas habían sido asesinadas a machetazos y el niño de 1 año, decapitado con un cuchillo.
El sospechoso, quien es un inmigrante ilegal en Estados Unidos, tiene una dirección en Chicago y llegó a la casa del primo hace una semana.
Durante el interrogatorio en el cuartel 66, el sospechoso se puso violento, aunque luego mostró arrepentimiento por los asesinatos, dijo el Post.
Trató de atacar a un detective y le tiró encima un par de lentes a otro policía, luego pateó la mesa y llamó al sargento mientras estaba en el piso.
Una hermana de la madre y tía de los niños asesinados, llegó al apartamento en el momento en que el acusado asesinaba a las cinco víctimas y llamó al 911.
Otro primo del psicópata dijo que lo había conocido por años y que siempre se le ha considerado como un perturbado mental.
Añadió que el sospechoso trabajaba como cocinero, pero no se había podido mantener en ningún trabajo y había vivido en el pasado con las víctimas.
“Ese tipo está loco”, dijo Yao Yun de 29 años de edad y pariente de los muertos y el asesino.