BERLIN (PL).- Los ministros de Relaciones Exteriores del llamado G-7 (Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Reino Unido, Japón y los anfitriones) se reúnen hoy en Alemania en una cita salpicada por los reclamos ante la exclusión de Rusia.
La norteña ciudad de Lubeck acoge el encuentro que tiene previsto abordar diversos temas como el del conflicto en Ucrania, el acuerdo sobre el programa nuclear de Irán y el enfrentamiento a la organización radical sunita Estado Islámico, que opera en los territorios de Siria e Iraq.
No obstante, según las previsiones la cuestión central a tratar por los cancilleres será la crisis ucraniana, mientras políticos y analistas advierten que será inútil esa discusión sin la presencia de Moscú.
El que antes era el G8 cambió su denominación a partir de la expulsión de Rusia, medida tomada por las potencias para castigar al gobierno de Vladirmir Putin, tras la reunificación de la península de Crimea.
En febrero de 2014, fuerzas ultraderechistas asestaron un golpe de Estado en Ucrania e instalaron un gobierno de facto apoyado por Occidente, ante lo cual los crimeos (de población mayoritaria rusa) decidieron en referendo salir de Kiev y regresar a la Federación de Rusia.
Poco después las regiones del este ucraniano, Donetsk y Lugansk, también declararon la independencia, tras lo cual el ejército de Kiev emprendió una operación de castigo en la zona que se mantiene hasta la actualidad y ha provocado miles de muertos y desplazados.
El conflicto ucraniano será uno de los principales asuntos en la agenda de los cancilleres del G7, que transcurrirá como preparación de la cumbre de Jefes de Estado y Gobierno prevista para junio próximo.
El Partido de la Izquierda alemana reclamó a la canciller federal Ángela Merkel invitar a Putin a la cita de junio, según informaciones difundidas por la prensa local.
“Sin Rusia no habrá salida de la crisis (de Ucrania), por lo que el G7 debe convertirse de nuevo en G8. Aislar a Rusia no traerá más que daño”, afirmó el líder de la formación Gregor Gysi.
Mientras, en Moscú un portavoz del Kremlin aseveró que el formato del G-7 sin Rusia carece de sentido y no aportará las soluciones a los problemas que el mundo necesita.
Consideró, además, improbable que los análisis de problemas globales dentro del selecto club resulten efectivos y apunten a acciones concretas sin la participación rusa, en referencia a la cumbre de mandatarios de junio.
No obstante, recordó que el presidente Putin planteó en reiteradas ocasiones que Rusia no se impondría a nadie en algún tipo de formato y reiteró la disposición a colaborar.