El planteamiento fue hecho por el presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH), Antonio Taveras Guzmán, quien señaló que mientras Latinoamérica avanza hacia la consolidación se la clase media, ese segmento sufre un declive en el país.
Taveras Guzmán citó datos del Banco Mundial según los cuales por cada punto de crecimiento del PIB la pobreza en América Latina cede 4.5 puntos porcentuales, mientras que en República Dominicana el efecto es de apenas 2.7 porcentuales, situación que retrata a una economía con “muy mal equilibrio”.
El dirigente empresarial sostuvo un diálogo sobre el particular –en compañía de pasados presidentes de la AEIH y técnicos asesores- con una misión de especialistas del Banco Mundial que recaba datos y enfoques para elaborar un informe económico sistemático acerca de la economía dominicana.
Al presidente de la AEIH le llamó la atención el dato comentado en la conversación en el sentido de que si la República Dominicana hubiese reducido la pobreza al ritmo de América Latina, un millón adicional de personas habría salido de ese estado desde 2005 hasta ahora.
Se estima que actualmente el segmento clase media en América Latina abarca el 37% de la población, mientras que en la República Dominicana es el 29%, situación que proyecta una economía en crecimiento, pero con fundamentos muy vulnerables, señaló Taveras Guzmán.
En ese contexto, apeló a un compromiso a largo plazo de las élites política y empresarial a fin de articular reformas que fortalezcan el mercado laboral, elevando los ingresos de los trabajadores, la calidad del empleo y las exportaciones de bienes transables.
Asimismo, abogó por cambios de amplio calado que mejoren la calidad del gasto y la provisión de servicios que, en la actualidad, los ciudadanos deben suplirse por cuenta propia generando un alto gasto de bolsillo, como educación, salud, electricidad, seguridad, transporte y otros.
Indicó que esas reformas también deben apuntar a hacer sostenibles y competitivas a las pequeñas y medianas empresas (pymes), que componen el 98% del tejido empresarial, siendo a su vez las mayores proveedoras de empleos.
Taveras Guzmán advirtió, sin embargo, que una profunda reforma institucional y política, que se lleve de encuentro el fenómeno de la corrupción, es un prerrequisito imprescindible para corregir las distorsiones que hacen de República Dominicana una de las economías vulnerables de la región.
“Las reformas que necesitamos impulsar debieron haberse hecho hace 15 años, tenemos una década y media atrasada en ese aspecto; este país no debe permanecer a merced de los ciclos electorales; necesitamos un cambio de mentalidad firme, honesto en y un compromiso con el país de las élites política y empresarial”, subrayó.