Crece el malestar entre los residentes de Bayacanes ante la lenta intervención del puente de la comunidad, una obra cuya ejecución no muestra avances visibles pese a la presencia de equipos en la zona.
La falta de progreso ha obligado a los habitantes a depender de un puente improvisado de madera, convertido en la única vía de cruce para conductores, estudiantes y familias completas. La estructura artesanal, conocida como el “puente de palito”, fue levantada por los propios comunitarios ante la ausencia de una solución formal y segura.
Marcelo Reyes, comerciante de la zona, lamentó que el anuncio de intervención no se traduzca en acciones concretas. “Eso no puede llamarse puente. Es una salida momentánea hecha por la comunidad”, expresó, reflejando la frustración generalizada.
A esa inquietud se suma la exigencia de claridad por parte de residentes como María Altagracia Gómez, quien pidió información precisa sobre el cronograma oficial. “No vemos cambios importantes. Necesitamos saber cuándo iniciará realmente la construcción”, afirmó.
Las autoridades locales también han mostrado preocupación. Un regidor municipal calificó el ritmo de los trabajos como “alarmante” y exhortó a acelerar la obra. “Condenamos esta lentitud. Es una intervención prioritaria y debe ejecutarse con la seriedad que corresponde”, sostuvo.
Hasta ahora, el Ministerio de Obras Públicas no ha ofrecido una fecha estimada de entrega, aumentando la incertidumbre. Mientras tanto, el rudimentario puente de madera sigue siendo la única opción para los habitantes, evidenciando la urgencia de una solución definitiva para Bayacanes y sus zonas aledañas.





