Los pedigüeños y mendigos que llenan las calles de Santiago, se radican diariamente en las esquinas de los semáforos y visitan con frecuencia, tiendas, salones de belleza, clínicas, hospitales, oficinas públicas y privadas, cafeterías, colmados, supermercados, almacenes, surtidoras y ferreterías buscando encontrar personas generosas que les suplan algún dinero para cubrir algunas necesidades esenciales.
indigentes-y-pediguenos-llenan-calles-de-santiago1Como si se tratara de una labor del diario vivir, cada uno de los desheredados de fortuna material y pedigüeños del municipio Santiago, se ubican en los lugares más estratégicos de la comunidad, buscando encontrar a aquellas personas dadivosas que les proporcionen algunas monedas que les sirvan para cubrir necesidades de alimentos y otras prioridades cotidianas.
Aunque parezca una exageración, pero para decirlo de una manera precisa y literal “Santiago se ha estado llenando de indigentes y pedigüeños”, los que abundan por doquier, aparecen en cualquier lugar y siempre te sorprenden con aquellas clásicas frases: “Señor, ayúdeme…, “Señor, déme algo para comer…, “Déme algo que estoy enfermo”, entre otras que buscan sensibilizar a las personas para que se desprendan de algún dinero.
Los que piden diario en las calles de Santiago, en su gran mayoría provienen de ciudades vecinas como Moca, La Vega, Salcedo y San Francisco de Macorís que llegan a esta comunidad buscando ser favorecidos con las acciones de generosidad de los mocanos, que se caracterizan porque les gusta ayudar a las personas que más necesitan.
Entre los pedigüeños e indigentes que abundan en Moca, existe una alta población de jóvenes de los diversos sexos, algunos de los cuales eran conocidos como personas normales, pero que cayeron en problemas de adicción a las drogas.
La situación es tan tétrica que algunos de éstos se hacen hasta los enfermos para pedir y sorprender como incautos a las personas que pasan por estos lugares.