NUEVA YORK. Evelio Taveras se encontraba como cada mañana en el lugar donde trabaja desde hace 15 años, cuando fue alertado de que se había iniciado un fuego en el negocio contiguo.
Su primera reacción fue agarrar un extintor y dirigirse a la lavandería que estaba siendo afectada por las llamas.
“Yo lo que quería era apagarlo, pero no me dejaron”, relataba con cara de impotencia el dominicano que laboraba en El Palacio Barber Shop, una peluquería para hombres que funcionaba desde hacía 35 años en la avenida Nagle, en Washington Higth.
El incendio se inició próximo a las 9:00 de la mañana y se propagó de tal manera que destruyó en su totalidad ocho negocios.
Las llamas, que sobresalían por los techos de los comercios afectados, fueron controladas tres horas después, pero todavía a las 5:00 de la tarde los bomberos trataban de extinguirlas y trabajaban en la remoción de escombros.
Las labores de los bomberos no sólo eran seguidas de cerca por curiosos y residentes en la zona, sino también por Francisco Adames, dueño de una frutería y una bodega que también quedaron totalmente destruidas.
Agarrado de una de las cintas que bloqueaban el paso al área del siniestro, la mirada del también dominicano se perdía desde la acera frente a sus negocios.
Sus pérdidas, según cálculos preliminares, ascienden a más de 700 mil dólares. Sin embargo, en medio de la tormenta da gracias porque ninguno de sus empleados ni los de los locales que estaban funcionando resultaron afectados.
Aunque a ambos criollos la vida le cambió este domingo, coinciden en que ahora sólo queda reponerse y echar hacia adelante.