Las fuerzas sirias impidieron el jueves a losobservadores de las Naciones Unidas llegar al sitio de una nueva matanza colectiva donde, según la oposición, el régimen masacró a por lo menos 78 personas, incluso mujeres y niños, dijo el jefe de lamisión de la ONU.
Siria negó las afirmaciones de la oposición, calificándolas de “totalmente infundadas”, e insistió en que facilitaba la tarea de los observadores en el país.
Los informes tienen lugar semanas después que más de 100 personas murieron en un solo día en un conglomerado de poblaciones conocido como Housa en la provincia central de Homs, muchos de ellos mujeres y niños baleados en sus hogares. Investigadores de la ONU culparon a pistoleros progubernamentales de por lo menos algunas de las matanzas, pero el régimen sirio negó toda responsabilidad y culpó a los rebeldes.
La matanza de Houla provocó indignación internacional y una expulsión coordinada de diplomáticos sirios de varias naciones.
El principal grupo de oposición sirio en el exilio, el Consejo Nacional Sirio, dijo que 78 personas murieron en el pueblo de Mazraat al-Qubair en la provincia central de Hama cuando milicianos alineados con el gobierno irrumpieron en el pueblo. Algunos fueron ejecutados y otros acuchillados, dijo el Consejo. Agregó que 35 pertenecían a la misma familia y que más de la mitad eran mujeres y niños.
“Mujeres y niños fueron incinerados dentro de sus casas en al-Qubair”, afirmó Mousab Alhamadee, un activista en Hama.
El general Robert Mood, titular de la misión observadora en Siria, dijo que las patrullas de la ONU que se dirigían al pueblo fueron detenidas en puestos de control del ejército sirio y en algunos casos obligadas a regresar. Agregó que algunas patrullas también fueron detenidas por civiles ya que estos dijeron haber recibido información de residentes del área de que la seguridad de los observadores corría peligro si entraban al pueblo.
La misión “está preocupada por la restricción impuesta a su movimiento ya que impide nuestra habilidad para vigilar, observar e informar”, dijo Mood en una declaración.
La secretaria de estado norteamericana Hillary Rodham Clinton condenó al gobierno sirio por la violencia y acusó al presidente Bashar Assad de intensificar la represión que ya ha dejado un tendal de miles de muertos.