SANTIAGO.-La Iglesia Católica de Santiago, dijo ayer que la suspensión e investigación por supuestos actos indebidos en el ejercicio de sus funciones a un grupo de jueces estremece nuevamente el escándalo en la administración de justicia con sonidos fuertes de corrupción.
El editorial de Camino, señala que el Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito ha comunicado al país que hay una estructura criminal en la actuación de seis jueces.
Y agregó camino que ante esta denuncia, el Consejo del Poder Judicial ha tomado la decisión de suspenderlo de sus funciones.
“Al observar los hechos que se les imputan a estos magistrados, que ahora tendrán que demostrar su inocencia, pensamos en el perfil que debe tener una persona seleccionada para ejercer un cargo tan exigente y delicado como es ser juez”, manifestó.
Recordó que entre las cualidades que debe tener los jueces, conforme a la Ley, ser independiente, imparcial y objetivo. Un profesional justo, prudente, honesto y transparente.
“Estos principios y valores parecen esfumarse cada día en la ¬conducta de algunos jueces que han vendido su alma al mejor postor al caer vencidos por la ambición de dinero que vuelve trizas la razón de ser de su delicada misión”, declaró.
El editorialista de camino, precisó en su comentario de esta semana que al ver a un juez “nos llega a la mente la integridad, rectitud y una conducta casi inmaculada, para desempeñar esta función”.
Indicó que la sociedad dominicana no puede permitir que el estamento ¬judicial se corrompa, porque entonces estaríamos caminando por un terreno minado.
Y agregó que siendo así se correría el riesgo permanente de morir como pueblo, al pisar los intereses mezquinos de grupos que se afanan por imponer sus criterios y conductas diabólicas.
Manifestó que el sistema judicial debe estar ajeno a toda sospecha de prevaricación frente al crimen y añadió “ no olvidemos que el pasmo con tiempo tiene remedio”.
Pidió, finalmente evitar que en la selección de los jueces prevalezcan los criterios políticos por encima de los valores éticos y morales que debe poseerla persona en la cual la comunidad nacional ha puesto su confianza para desempeñar esta labor casi sagrada.