En su nota editorial de su órgano informativo Camino, de esta semana la Iglesia Católica dice que al llegar al último mes del año hay un hecho en la sociedad dominicana que lastima nuestra alma, que el informe que da cuenta que más de dos mil personas han perdido la vida a consecuencia de los accidentes de tránsito.
Dice que en esta época caracterizada por la alegría y los encuentros fraternos, tendremos familias que la tristeza por la partida a destiempo de sus seres queridos lastimará sus corazones.
“A estos hogares tendremos que llevar el consuelo y la solidaridad que mitiguen el llanto y el dolor al recordar a sus hijos que perdieron la vida en un accidente”, expresa.
Es que el manejo temerario, la alta velocidad, el irrespeto a las leyes de tránsito, el consumo de alcohol y otras sustancias prohibidas mientras se conduce han hecho de nuestras calles, autopistas y carreteras escenarios de muerte.
Hemos llegado a un nivel de caos, que muchos le han perdido el amor a la vida. Es sorprendente ver a tantos jóvenes desafiando la muerte conduciendo una motocicleta sin ninguna protección, y haciendo malabares como si fueran actores de un circo.
Es hora de tomar medidas urgentes para detener esta caravana de muerte, y más en este período navideño en donde hay mayor movimiento vehícular y donde la gente anda más deprisa. El caos en el tránsito es la expresión más elocuente de una sociedad que presenta signos de una enfermedad profunda.
Hacemos un llamado a las autoridades para que implementen una campaña de educación vial, y de respeto a la vida. Fortalecer el trabajo de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), ampliando a otros espacios las medidas preventivas de accidentes.
Indica que su misión debe estar más acorde a estos nuevos tiempos. Mejorar el tránsito va más allá de las multas impuestas a los infractores de la ley.
En tal sentido dice que hay que hacer más énfasis en la parte de educación vial. No vistamos de luto al mes que nos convoca a compartir la ternura, el perdón y la alegría.