NUEVA ORLEANS (Reuters) – El huracán Isaac provocó el miércoles que el agua desbordara un dique en las afueras de Nueva Orleans, pero las barreras de miles de millones de dólares construidas para proteger a la ciudad después del desastre de Katrina en 2005 no fueron superadas, dijeron las autoridades.
El movimiento lento pero poderoso del huracán de categoría 1 se hacía sentir a lo largo de la costa estadounidense del Golfo de México, amenazando con inundar las ciudades en Misisipi, Alabama y Luisiana con marejadas de hasta 3,7 metros y vientos cercanos a los 120 kilómetros por hora.
“El sistema federal de diques (…) Está bien”, dijo el alcalde de Nueva Orleans, Mitchell Landrieu, a una radio local.
“No hay riesgos. Está aguantando exactamente tal como esperábamos y se desempeña como debería. No hay personas en los techos de sus casas debido a inundaciones en una situación que incluso se aproxime a lo que sucedió durante Katrina”, aseveró.
Funcionarios encargados del manejo de emergencias en Plaquemines Parish, una zona baja de las afueras de Nueva Orleans, informaron del rebalse de un dique de 2,4 metros ubicado entre los distritos de Braithwaite y White Ditch, al sureste de la ciudad más grande Luisiana.
El presidente de Plaquemines Parish, Billy Nungesser, dijo que cerca de 2.000 habitantes de la zona habían recibido la orden de evacuar, pero sólo se confirmó que alrededor de la mitad ha salido del lugar antes de que Isaac tocara tierra el martes por la tarde.
Isaac avanzaba en dirección al noroeste a unos 10 kilómetros por hora, un ritmo lento que incrementa el riesgo de inundaciones provocadas por las intensas lluvias.
“En la ribera oriental, en este momento, tenemos reportes de personas en sus techos y áticos y un nivel de agua (en sus hogares) de 12 a 14 pies (3,6 a 4,2 metros) de agua”, dijo Nungesser a CNN.
No estaba claro de inmediato cuántas personas podrían haber quedado atrapadas en la zona debido a que la lluvia torrencial y los vientos huracanados impidieron una búsqueda a gran escala.
“Ayudantes del sheriff están allá, pero todos los caminos están intransitables (…) No sabemos si algunas personas se quedaron atrás y ahora no podemos llegar allí”, dijo Nungesser.
Isaac fue la primera prueba para los millonarios sistemas de defensa contra inundaciones construidos después del fracaso que evidenció Katrina, un huracán que dejó gran parte de Nueva Orleans inundada y que mató a 1.800 personas, en el desastre natural más costoso en la historia de Estados Unidos.
Plaquemines Parish quedó fuera de las áreas de Nueva Orleans que se beneficiaron con la construcción de sistemas de defensas contra inundaciones tras Katrina.
Cientos de personas en y alrededor de Nueva Orleans murieron ahogadas en el 2005, y muchos sobrevivientes esperaron durante días para ser rescatados desde sus azoteas en helicóptero. Nueva Orleans sufrió días de caos tras Katrina, con saqueos generalizados.
Si bien no es tan fuerte como Katrina -que era un huracán de categoría 3 cuando golpeó la ciudad el 29 de agosto del 2005 mientras que Isaac tiene categoría 1-, aún es una amenaza que según las autoridades no se debe subestimar.
A las 1200 GMT, Isaac estaba a unos 75 kilómetros al sur-suroeste de Nueva Orleans, con vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).
El organismo dijo que los vientos huracanados se extendían hasta 95 kilómetros desde el centro de la tormenta.
Isaac se dirige de oeste-noroeste a alrededor de 9 kilómetros por hora, un ritmo lento que aumenta la amenaza de inundaciones provocadas por las lluvias.
CORTES DE LUZ
Isaac es el primer huracán en poner a prueba el sistema de defensa de 14.500 millones de dólares de diques, murallas y compuertas construido tras el impacto de Katrina, que dejó grandes partes de Nueva Orleans bajo el agua y causó la muerte a 1.800 personas.
Se trató del desastre natural más costoso en la historia de Estados Unidos.
Cientos de personas dentro y fuera de Nueva Orleans se ahogaron en el 2005 y muchos sobrevivientes tuvieron que esperar durante días para ser rescatados de los techos de sus casas por helicópteros. Nueva Orleans pasó por varias jornadas de caos y extendidos saqueos.
Aunque la mayoría de los residentes optó por soportar el paso de Isaac en sus casas, no había muchas alternativas para quienes no tienen hogar.
“Estuvo muy lluvioso anoche”, dijo Stanley Lancaster, de 50 años, quien pasó la noche bajo el alero del centro de convenciones de la ciudad. “Voy a sentarme a esperar que se detenga”, declaró.
Unos 409.000 clientes en Luisiana de la empresa Entergy Corp estaban sin energía eléctrica el miércoles por la mañana, dijo la compañía, que advirtió que no podría restaurar el suministro de electricidad hasta que la velocidad de los vientos baje a 48 kilómetros por hora.
Las áreas afectadas por cortes de energía incluían cerca del 60 por ciento de Nueva Orleans.
Expertos estiman que la acumulación de lluvias podría llegar a 500 milímetros en algunas áreas, lo que causaría anegamientos.
Alrededor de las 1500 GMT, Isaac presentaba vientos máximos sostenidos de unos 120 kilómetros por hora, tras haberse debilitado levemente, y se encontraba a unos 72 kilómetros de Nueva Orleans, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH).
El centro con sede en Miami sostuvo que los vientos con fuerza de huracán se extendían a 97 kilómetros desde el centro de la tormenta.
Isaac causó la muerte de al menos 23 personas y provocó graves inundaciones y daños en Haití y República Dominicana, antes de bordear el extremo sur de Florida el domingo y dirigirse rumbo a las aguas cálidas del Golfo de México.
Si bien Tampa, Florida, donde se celebra la Convención Nacional Republicana, se salvó del paso del huracán, los líderes del partido reorganizaron el calendario y bajaron el tono de lo que algunos han visto como una excesiva celebración para nominar a su candidato presidencial, Mitt Romney, mientras las personas de la costa del Golfo de México se enfrentan al peligro.
Las compañías de energía a lo largo de la Costa del Golfo se prepararon para el impacto de la tormenta cerrando algunas plantas o reduciendo sus labores antes de que Isaac tocara tierra.
La producción de petróleo en el Golfo de México estaba prácticamente paralizada y las operaciones en refinerías costeras y puertos se encontraban restringidas.
La firma de evaluación de catástrofes Eqecat dijo el miércoles que Isaac habría provocado pérdidas por hasta 1.000 millones de dólares en las plataformas de energía costa afuera y hasta 1.500 dólares en daños cubiertos por algún seguro en Luisiana y estados vecinos.
Sin embargo, el precio del crudo Brent cayó hacia los 112 dólares el barril porque el huracán Isaac no había causado daños en gran parte de las producción de petróleo del Golfo. El petróleo estadounidense también retrocedía.
(Reporte adicional de Ben Gruber, Ellen Wullhorst, Emily Le Coz, Kristen Hays, Erwin Seba, Chris Baltimore. Escrito por Tom Brown y Ros Krasny. Editado en español por Rodrigo Charme/Marion Giraldo)