Afirman había intentado el suicidio dos veces.
Luís Rafael Vásquez, el obrero de 38 años que ayer intentó cercenarse el pene, despechado porque su ex mujer no quiere reconciliarse con él, aparentemente sufre de trastornos mentales y en otras ocasiones ha intentado suicidarse.
El hombre, quien fue operado la tarde de este martes en el hospital José María Cabral y Báez, admitió que ingiere bebidas alcohólicas con mucha frecuencia y que esa es la razón principal por la que su antigua compañera se resiste a aceptar sus pedidos de reiniciar sus relaciones.
Vásquez se encuentra recluido en ese centro y los médicos que participaron en la cirugía dijeron que no llegó a cortarse su miembro viril por completo, por lo que pudieron operarlo sin mayores dificultades y que en pocos meses podría estar completamente recuperado.
Vásquez, quien reside en la comunidadLa Ciénaga, en la parte Norte de este municipio, narró hoy que a veces sufre de ataques de epilepsia y que fue producto de esa situación que intentó amputarse el pene.
Sin embargo, galenos que lo asisten en la unidad de cuidados quirúrgicos de ese hospital, pusieron en duda su versión, en el entendido de que los afectados por esa enfermedad no tienen capacidad para tomar decisiones de esa naturaleza en los momentos de convulsiones.
Personas que estaban presentes en el hospital cuando Vásquez fue llevado, dijeron que éste en principio mantuvo una actitud agresiva contra el personal de ese centro de salud, hasta el extremo que agredió a una enfermera, por lo que tuvo que ser controlado a la fuerza.
El propio Vásquez indicó que en una ocasión se lanzó sobre un vehículo en marcha con el fin de morir atropellado, pero que solo recibió golpes y heridas leves. Meses después se golpeó fuertemente en la cabeza con una pared de concreto y que, aunque perdió el conocimiento por varios minutos, fue llevado al hospital Cabral y Báez y logró sobrevivir.