SANTO DOMINGO. El dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Hipólito Mejía, ratificó ayer su apoyo a la modalidad de primarias abiertas con el Padrón Nacional de Electores, simultáneas y organizadas por la Junta Central Electoral (JCE).
A través de un comunicado enviado por el vocero del proyecto político de Mejía, Eddy Olivares, también se apoya que “el Proyecto de Ley de Partidos, que cursa en la Cámara de Diputados, sea enviado a comisión para su corrección y mejoría”.
Y además, que “mientras el Proyecto de Ley de Partidos se encuentre siendo estudiado por la comisión designada al efecto, el Senado de la República conozca el Proyecto de Reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral, para que también sea aprobado en la actual legislatura”.
En el comunicado, Mejía basa su decisión a un planteamiento que históricamente ha mantenido, citó su posición en los años 2004 y 2013.
Argumentó que “con la única excepción del apoyo a las primarias cerradas en la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas, todas las decisiones importantes adoptadas por la Dirección Ejecutiva de nuestro partido habían sido consensuadas”.
Hipólito Mejía acusó a la dirección del PRM de haber tomado una decisión sin su conocimiento. “Sorpresivamente, en una reunión de la dirección, convocada sin agenda previa, se tomó la decisión de cambiar la propuesta de las primarias abiertas por la de primarias cerradas, con el propósito de crear la percepción de que se trataba de la decisión definitiva del partido”, dice Mejía.
En el comunicado acusó a la dirección del PRM de “irrespetar la democracia interna, la que buscamos sea garantizada en la Ley de Partidos, fue tal, que la precipitada decisión de la Dirección Ejecutiva no fue presentada, para su ratificación o rechazo, a la Comisión Política del Comité Nacional, que es el máximo organismo ejecutivo del partido”.
Mejía sostiene que de haberse tomado una decisión en la Cámara de Diputados “los conflictos persistirían en las elecciones internas de nuestros partidos, ya que la modalidad de escogencia de los cargos de elección popular, ya sea con primarias abiertas, cerradas, o en asamblea, sería impuesta por quienes controlen en ese momento los organismos que tengan la atribución de decidirla, de acuerdo a su conveniencia coyuntural”. Argumentó: “Afortunadamente, eso no ocurrió, gracias a la decisión y a la racionalidad que adoptaron varios legisladores, quienes reclamaron que el proyecto de ley fuera enviado a comisión, para ser mejorado y enriquecido, como se estila”.
El pasado jueves, al menos 10 diputados del PRM decidieron no hacer quórum en la Cámara de Diputados, impidiendo que se conozca el proyecto de Ley de Partidos. El hecho provocó una convocatoria de la dirección ejecutiva, en la que se prometen sanciones a los diputados por haber rechazado la línea partidaria.
Este impasse le viene a ocurrir al PRM cuando logró salir sin mayores problemas de dos procesos eleccionarios en que dividió la convención para escoger a sus autoridades nacionales y municipales. La división en la Ley de Partidos entre los grupos del expresidente Hipólito Mejía y del aspirante presidencial Luis Abinader también coincide con un malestar dejado por la lucha grupal por las vicepresidencias, especialmente entre los jefes de campaña.