El uso que la aspirante presidencial demócrata Hillary Clinton hizo de su correo electrónico cuando era la jefa de la diplomacia de EE.UU. no cumplió con las regulaciones del Departamento de Estado, según una auditoría interna que convierte este asunto en una violación con posibles ramificaciones más graves.
La prensa estadounidense obtuvo ayer una auditoría del inspector general del Departamento de Estado especialmente crítica con el uso que Clinton hizo de su correo electrónico privado, que asegura no fue autorizado expresamente por esa agencia y viola las regulaciones federales.
Clinton utilizó un servidor particular para enviar y almacenar correos electrónicos que generó en el desempeño de sus labores a la cabeza del Departamento de Estado durante cuatro años, cargo que ocupó de 2009 a comienzos de 2013.
“Como mínimo, la secretaria Clinton debería haber entregado todos sus correos electrónicos relacionados con asuntos del departamento antes de dejar de servir al Gobierno. Al no haberlo hecho no cumplió con las normas”, resume el informe, filtrado a los diarios Político y The Washington Post.
La también ex primera dama instaló un servidor privado en su domicilio para canalizar todas sus conversaciones electrónicas cuando era secretaria de Estado, algo que ella asegura que hizo por conveniencia y facilidad a la hora de gestionar sus comunicaciones.