Washington.- En su tortuoso camino hacia la Casa Blanca en 2016, la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, y el senador republicano por Florida, Marco Rubio, tendrán que crear una agenda que les facilite la conquista del voto hispano, según expertos.
Tras coquetear como posible candidata presidencial del Partido Demócrata, Clinton finalmente se lanzará al ruedo el próximo domingo mediante un mensaje por video en las redes sociales, para emprender al día siguiente una gira por Iowa, estado que da el pistoletazo al complejo proceso de primarias del próximo año.
Con más de 20 años de vida política, Clinton intentará ganar la presidencia en 2016, ocho años después de la aplastante derrota que sufrió en las primarias frente al ahora presidente Barack Obama.
Rubio prevé anunciar su propia precandidatura el lunes próximo en la emblemática Torre de la Libertad en Miami (Florida), cuna del exilio cubano, sumándose a otros republicanos que deben afianzar el apoyo político y financiero de los conservadores.
Aunque Clinton debe cimentar su apoyo entre la base progresista de su partido, la exprimera dama aventaja en las encuestas a la mayoría de sus posibles rivales republicanos, cuenta con una vasta red de millonarios donantes y una bien engrasada maquinaria de activistas.
Sin embargo, ni Clinton ni Rubio tienen en el bolsillo el voto hispano, según expertos consultados hoy por este diario.
Futuro de alivios migratorios
Matt Barreto, director ejecutivo de la encuestadora “Latino Decisions”, explicó que todos los precandidatos tendrán que hablar con claridad sobre qué harán con los alivios migratorios del presidente Barack Obama.
Clinton “necesita esclarecer su postura en torno al futuro de las acciones ejecutivas si gana la presidencia, y sobre su estrategia para una reforma migratoria. Si hace una enérgica defensa de los derechos de los inmigrantes, entonces tendrá una verdadera oportunidad de conseguir al menos el 80% del voto latino en 2016”, señaló Barreto.
Por su parte, Geoffrey Skelley, analista del Centro de Política de la Universidad de Virginia, indicó que en 2016 Clinton necesitará el apoyo de los votantes jóvenes y de minorías que respaldó a Obama, pero antes tendrá que evitar el goteo de escándalos como los que han surgido en las últimas semanas.
“Para ganar el voto hispano, tendrá que defender los alivios migratorios y la nueva política hacia Cuba, y proponer alguna reforma migratoria, además de apoyar otros asuntos importantes para los latinos”, dijo Skelley.
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El “problema latino” de los republicanos
“Rubio y los demás candidatos de su partido tendrán que explicar qué medidas ejecutivas tomarían en la Casa Blanca. Si dejan vencer o anulan los alivios migratorios, pondrán en riesgo de deportación a millones de familias, y eso no les ganará votos; pregúntenle a Mitt Romney”, señaló Barreto.
Romney, quien financió su campaña con su propia fortuna en 2012, consiguió apenas el 27% del voto latino y perdió frente a Obama tras sugerir durante las primarias, la “autodeportación” de los inmigrantes indocumentados.
Rubio, de origen cubano, ha sido atacado entre la comunidad latina por su rechazo de una reforma migratoria integral, y la reforma de salud de 2010, dos áreas de gran beneficio para los latinos.
Para Rubio, será un momento coyuntural insoslayable: seguir rechazando la reforma migratoria, para cimentar el apoyo de los conservadores que ahora se decantan por el senador Ted Cruz o el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, o el exgobernador Jeb Bush, o modificar su postura para arañar votos latinos a Clinton.
El grupo proinmigrante America´s Voice reiteró su advertencia de que los republicanos necesitarán algo más que palabras bonitas durante la celebración del Mes de la Hispanidad para captar el apoyo de los latinos, comenzando con distanciarse de posturas radicales antiinmigrantes.
Encuestas aleccionadoras
Según una encuesta de “Latino Decisions” entre 4,200 latinos que votaron en 2014, el 36% tenía una opinión negativa de Rubio, el 31% tenía una opinión favorable, y un tercio no lo conocía o tenía alguna opinión de él.
Si Rubio gana la candidatura, “su campaña tendrá que hacer un mayor esfuerzo de acercamiento específico hacia los latinos”, dijo la encuesta.
Otra encuesta realizada para MSNBC/Telemundo/Marist, indicó que los demócratas tienen una ventaja de 31 puntos entre los latinos en lo que se refiere a afiliación política, de 47% frente al 16% de los republicanos, mientras que el 36% se identifica como independiente.
Entre los latinos, el 27% se considera progresista, el 39% moderado, y el 36% conservador, sólo que entre los conservadores pocos se identifican con los republicanos.
Entre los latinos de tendencias conservadoras, sólo el 23% se identificó con el partido de Rubio.
Las encuestas toman el pulso del electorado pero no son una bola de cristal, y eso debe ayudar a los candidatos a evitar la trampa del triunfalismo, que terminó hundiendo a Clinton en 2008.