Hillary Rodham Clinton se comprometió a que en caso de llegar a la Casa Blanca, mantendrá las tropas estadounidenses fuera de Siria. Dijo que se opondría a enviar fuerzas a combatir a milicianos del grupo Estado Islámico, incluso si hubiera un ataque dentro de Estados Unidos.
En un extenso discurso sobre política exterior el jueves por la noche, la precandidata presidencial demócrata ofreció una evaluación detallada del conflicto en Siria y dijo que Estados Unidos debe liderar el esfuerzo para combatir a Estado Islámico, pero pidió que las naciones árabes suministren la mayor parte de la fuerza militar terrestre.
Clinton encabeza la contienda de precandidatos del Partido Demócrata. Durante una sesión de preguntas y respuestas, a Clinton se le preguntó si la presión para enviar tropas terrestres estadounidenses a Siria sería “incontenible” si ocurriera un ataque terrorista en Estados Unidos.
“Ciertamente crecería, pero yo pienso que sería un error”, respondió, señalando su apoyo a enviar más fuerzas especiales estadounidenses, designar instructores de Estados Unidos en Irak y utilizar una coalición aérea en la región. “En este momento necesitamos mantener la presión en la gente en tierra y lograr que cambien sus prioridades y trabajen juntos”.
En declaraciones justo antes de que su principal adversario, el senador federal de Vermont Bernie Sanders, hablara sobre el conflicto, Clinton instó a los estadounidenses a superar batallas partidistas y sobreponerse al temor personal para combatir la amenaza del yihadismo en todo el globo.
“Rechazar huérfanos, aplicar una prueba de religión, discriminar a musulmanes, dar un portazo a cada refugiado sirio… sencillamente nosotros no somos así. Somos mejor que eso”, enfatizó.
Horas más tarde, la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, paso por alto una amenaza de veto del presidente Barack Obama y aprobó una ley que introduce nuevos obstáculos para los refugiados sirios e iraquíes que tratan de ingresar en Estados Unidos. La ley fue aprobada por votación de 289-13 con suficiente apoyo de los legisladores demócratas para anular un posible veto, a pesar de que personal de la Casa Blanca cabildeó ante miembros de su partido para que se opusieran a la propuesta.
Aunque Clinton dijo que respalda ampliamente los esfuerzos del presidente para combatir a milicianos del grupo Estado Islámico, ella rompió con el enfoque del gobierno de expulsar al presidente sirio Bashar Assad, una postura que ha impedido una mayor cooperación militar entre Estados Unidos y Rusia.
Clinton reiteró su apoyo a una zona de exclusión aérea sobre la región norte de Siria —una medida a la que se opone Obama— diciendo que ayudaría a las condiciones en tierra y presionaría a Assad a llegar a un acuerdo político en negociaciones de paz que están siendo arregladas por el secretario de Estado John Kerry.
“En este momento tenemos una meta más importante que todas las demás como lo bosquejé: Necesitamos acabar con su dominio territorial”, subrayó.