Hombres, mujeres y niños con galones, cubetas, botellas y latas vacías marcharon por las principales calles de este distrito municipal reclamando de las autoridades del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillado (INAPA), el suministro de agua potable, ya que tienen varios meses sin recibirlo y denunciaron que muchas personas se están enfermando al consumir agua contaminada que les venden en camiones-cisternas.
Aracelis Martínez, del Conseio de Desarrollo Comunitario de esta localidad, manifestó que el agua que están reciben contienen partículas extrañas y que incluso les han encontrado gusanos y cucarachas.
Dijo que los filtros de la planta de INAPA se dañaron y que no han vuelto a repararlos. “Estamos cansados de que se nos prometa la construcción de un acueducto, lo que queremos es que nos conecten a CORAASAN”, expresó Richard Reyes, otro de los vocales del comité prodesarrollo de esta comunidad.
En tanto que el cura párroco, reverendo Felipe Morel, se unió al clamor de los moradores de aquí, recordando también que los residentes en Villa Bao y Villa Liberación, esperan se les solucione el mismo problema.
“Señor Presidente, las escuelas y los financiamientos a los productores agrícolas están muy bien, pero recuerde que usted en campaña prometió que resolvería el problema de las calles y el agua de Hato del Yaque”, precisó el cura Morel.
Indicó que en este distrito municipal y sus secciones y sectores, la población supera las 50 mil personas, por lo que considera las autoridades del Gobierno Central están en la obligación de prestarle la debida atención.
Dijo que los moradores de las comunidades del interior también pagan los impuestos al Estado, por lo cual merecen que se hagan inversiones en obras tales como escuelas, calles, centros de salud, viviendas y el suministro adecuado de energía y agua potable.