JERUSALÉN, (AFP) – El movimiento islamista Hamas llamó este jueves a una nueva sublevación palestina, la conocida como “intifada”, para protestar contra el reconocimiento por parte de Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel, al tiempo que varios grupos palestinos convocaban una huelga general.
Los dirigentes palestinos reivindican Jerusalén Este, ocupado y luego anexado por Israel en 1967, como la capital del estado al que aspiran. Pero Israel considera que todo Jerusalén, tanto el este como el oeste, es su capital “eterna e indivisible”. Hasta ahora la comunidad internacional no ha querido reconocer a Jerusalén como capital, una cuestión muy delicada y clave en el proceso de paz.
En Jerusalén Este, la parte palestina de la ciudad, considerada como ocupada por la comunidad internacional, las tiendas y las escuelas estaban cerradas el jueves por la huelga convocada por grupos palestinos.
También se esperan manifestaciones durante la jornada en Ramala, la capital política palestina, en Belén, también situada en la Cisjordania ocupada, y en varias localidades de la franja de Gaza, un territorio palestino sometido al riguroso bloqueo israelí. Por su parte el movimiento Hamas, que gobierna la franja de Gaza, pidió un nuevo levantamiento popular. “No se puede hacer frente a la política sionista de Estados Unidos más que lanzando una nueva intifada”, dijo el jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, en un discurso pronunciado en Gaza.
El ejército israelí anunció por su parte el despliegue de refuerzos militares en Cisjordania. A pesar de las advertencias de muchos de sus socios, el presidente estadounidense Donald Trump rompió el miércoles con la política de sus predecesores y anunció el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, ordenando el futuro traslado a esta ciudad de la embajada estadounidense, que ahora está en Tel Aviv, una decisión que podría tener consecuencias imprevisibles.
‘Círculo de fuego’
Analistas y observadores temen que la decisión de Trump abra un nuevo conflicto por el estatus de esta ciudad, donde hay lugares santos judíos, cristianos y musulmanes.
La decisión pondrá a la región “en un círculo de fuego”, advirtió el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, que quiere movilizar al mundo musulmán. Incluso Arabia Saudita, aliada de Estados Unidos, criticó un acto “irresponsable”.
El reconocimiento de Jerusalén ha provocado la cólera de los líderes de la Autoridad Palestina, la entidad reconocida internacionalmente como prefiguración de un futuro estado palestino independiente. Al contrario, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se felicitó de un “día histórico”.
“El presidente Trump ha entrado para siempre en la historia de nuestra capital”, dijo el jueves. La decisión desacredita a Estados Unidos como mediador de paz, un papel que tuvo durante décadas, lamentó el presidente palestino Mahmud Abas. A su llegada a la Casa Blanca, Trump prometió buscar un acuerdo diplomático pero los esfuerzos de su administración no han tenido resultado hasta ahora.
“Estados Unidos sigue determinado a ayudar a facilitar un acuerdo de paz aceptable para las dos partes”, aseguró Trump. “¿Como podría sentarme frente a los que me imponen el futuro de Jerusalén como capital de Israel?”, dijo sin embargo el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erakat, que ejerce como negociador jefe palestino.
Trump aseguró que reconocer Jerusalén como capital no significa pronunciarse sobre el “estatus final” de la ciudad en unas negociaciones con los palestinos. Sin embargo los palestinos llamaron a “tres días de la ira” a partir del miércoles, cuando miles de personas salieron a las calles en la franja de Gaza gritando “¡Muera América!” y “¡Muera Israel!” El viernes, día del gran rezo semanal de los musulmanes. se esperan nuevas manifestaciones multitudinarias. También el viernes el Consejo de Seguridad de la ONU, a petición de ocho países -entre ellos Egipto, Francia y Gran Bretaña- se reunirá de urgencia para tratar la cuestión.