Un grupo de investigadores canadienses ha descubierto que ciertas proteínas influyen en la proliferación de las células madre mamarias en reacción con la hormona sexual progesterona, un hallazgo que esperan que les ayude a desarrollar un método de prevención del cáncer de mama, informa Medical Xpress.
La glándula mamaria consta de dos tipos de células, las basales y las luminales, producidas por las células madre especializadas o células progenitoras.
Durante el embarazo o un ciclo menstrual, la progesterona induce esas células progenitoras a multiplicarse, lo que provoca la formación de glándula mamaria. Pero estas células también pueden dar inicio a un cáncer, y la cantidad de las células progenitoras frecuentemente es elevada en las mujeres con mutaciones del gen BRCA1 o de otros genes vinculados a altos riesgos del cáncer de mama.
Los biólogos del Centro de Cáncer Princesa Margarita en Toronto aislaron células de la glándula mamaria de ratones, analizaron sus reacciones a la progesterona y pusieron a prueba múltiples inhibidores. Algunos de esos bloquearon la activación de los genes responsables de la proliferación de las células progenitoras.
En particular, concluyeron que la decitabina, un medicamento que inhibe la metiltransferasa del ADN, detuvo la formación de tumores en los rodeadores propensos a contraer cáncer de mama.
Los investigadores luego probaron el efecto de estos inhibidores en las células mamarias de las mujeres con mutaciones del BRCA1, que también mostraron una alta sensibilidad a dichos inhibidores, incluida la decitabina.
“Esto demuestra que la dependencia de las células progenitoras de las proteínas epigenéticas específicas se conserva entre los ratones y humanos y destaca el potencial de terapias epigenéticas hacia estos importantes tipos de células de mama humana como una forma de quimioprevención”, comentó Rama Khokha, una de los autores del estudio.