Las osamentas de dos de siete personas, la mayoría choferes de minibuses desaparecidos en los últimos cuatro meses en San Pedro de Macorís, La Romana y Hato Mayor fueron encontradas por las autoridades en una fosa común, donde se cree reposan otros cadáveres, ubicados por dos de cuatro apresados por las autoridades.
Tanto el Ministerio Público como la Policía Nacional continuaron en horas de la noche de este lunes, tras los cadáveres, en un hoyo de más de 60 pies en una vivienda abandonada, en medio del drama de los familiares de los desaparecidos que llegaron al lugar, tras meses de angustia, interesados en conocer dónde fueron a parar sus parientes.
El hallazgo y su seguimiento podría poner al descubierto una de las redes más crueles de robos y asesinatos jamás conocida en la región Este, en cuyos vínculos por la característica de los vehículos robados, podría destaparse una “caja de pandora” por los sectores que podrían estar vinculados.
Brigadas de la Defensa Civil y Cuerpo del Bomberos de San Pedro de Macorís acompañadas de los fiscales Carmen Mohamed de esta provincia y Enrique Estévez de Hato Mayor, llegaron en la madrugada y aún en la noche permanecían profundizando en la fosa en busca de los cadáveres.
La fiscal adjunto Muhamed confirmó al caer la tarde la cédula y la cartera de Germán Arredondo Quezada, de San Pedro, mientras un pantalón jean color azul y la correa de Gary Nelson Rodríguez, desaparecido en Sabana de la Mar el pasado 20 de abril, fueron encontrados en el lugar. Tony Aquino, encargado de Homicidio, y el coronel Herasme Herrera, encargado de Desaparecidos, participan en las pesquisas.
Las misteriosas desapariciones sucedieron con espacio de tiempo, lo que parece no llamar la atención de las autoridades, aunque sí de los familiares que mantienen el tema candente en las redes sociales, con fotos de los desaparecidos y llamados a las autoridades e incluso identificando sectores que quieren apadrinarse, dado que los apresados fueron liberados recientemente.