SANTIAGO.-La cada vez más creciente diáspora haitiana que se encuentra diseminada en la geografía nacional, continúa ampliando su inserción en nuevos campos de la economía local y ámbitos sociales.
Además de la masiva participación en la agricultura, construcción, venta informal (buhoneros), nacionales del vecino país, en Santiago incursionan en la operación Councerter, un nuevo renglón de la economía dominicana.
En el aspecto de la convivencia social, en los últimos años en esta ciudad, los centros religiosos operado por haitianos se ensancha en barrios y urbanizaciones, como la verdolaga, actividad en la que los extranjeros participan junto a toda la familia.
En una embestida que parece ser irreversible la presencia de los nacionales haitianos de ambos sexos, en los campos productivos del país, alcanza hasta el 90%, sobre todo en la producción de arroz, guineos, vegetales y otros rubros agrícolas.
Lo mismo ha ocurrido con la economía informal, donde los denominados mercados de pulgas que cada semana se desarrollan en diferentes ciudades y municipios del país, donde su presencia es cada vez mayor.
En la zona rural esta presencia ha suplantado poblado dominicano, tanto por abandono de los nacionales que se han trasladado a otro destino y éstos son los encargados del cuido de las propiedades, donde desarrollan una vida normal.
El país cuenta con una importante presencia de haitianos que realizan estudios en las principales universidades, muchos de los cuales incursionan además en actividades deportivas, con la realización de torneo de futbol, principal disciplina de deportiva de esa nación.